Nigrán parece disponer de un nuevo atractivo turístico. Involuntario e indeseado, pero muy visitado. La publicación de las fotografías de la gran grieta que la alteración del curso del río Muíños ha abierto en el sistema dunar de Praia América, acentuada por la crecida del cauce durante el último temporal, llevó ayer a cientos de personas al arenal. Los selfis con el enorme talud de arena de fondo se sucedieron en las redes sociales.

El interés por la espectacular modificación del paisaje litoral se queda por el momento en curiosidad popular y en llamada de "auxilio" por parte del Concello.

El alcalde, Juan González, reclamaba el jueves a la Xunta un estudio medioambiental sobre el fenómeno que determine si hay que actuar para frenar el desgaste del espacio protegido, o si conviene dejar que la naturaleza actúe. Lo hizo después de acudir a la Jefatura Provincial de Costas, que lanzó el balón a la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio y le atribuyó las competencias en la materia. El departamento autonómico analizaba ayer si el asunto forma parte de sus funciones, según indicó a este diario. Fuentes de la consellería de Beatriz Mato señalaron que Augas de Galicia trabaja en la recuperación de centenares de incidencias ocasionadas por las recientes fuertes lluvias, por lo que las dunas nigranenses -un lugar protegido por su rica biodiversidad, declarado provisionalmente Espacio Natural de Interés Local e integrado en el Inventario de Sistemas Dunares de España- tendrán que esperar su turno mientras sus 35.000 metros cuadrados de superficie corren riesgo de verse reducidos.