El banco de tapones del Baixo Miño, con sede en Tomiño, ultima su décima campaña que ha previsto finalizar en la última semana de enero de 2016. En esta ocasión los beneficiarios son Alejandro, de 5 años de edad, vecino de Vigo que padece parálisis cerebral con epilepsia y retraso madurativo. A él se suma Sofía, de 3 años de edad, vecina de Pontevedra, con ceguera neonatal, epilepsia y microcefalia; y Cristian, de 10 años, vecino de Ourense, con daño neurológico debido a una malformación en el cerebro, según informa Manuel Pardo, portavoz del banco de tapones.

Las previsiones son conseguir las 40 toneladas de tapones para poder entregar a la empresa recicladora y así hacer entrega a cada uno de los niños de un cheque de 3.000 euros. Alejandro lo destinará a la compra de un andador especial; Sofía y Cristian los utilizarán para costear terapias que no financia la Seguridad Social.En estos momentos el colectivo cuenta con unas cien personas voluntarias que ayudan en la clasificación de los tapones, especialmente, en los días finales antes de la entrega. Algunas son personas fijas y otras suplen a las que se retiran por un tiempo.