"Veinte años no es nada". Lo cantaba Carlos Gardel y lo celebran hoy cinco paisanos del mito del tango, los fundadores del circo argentino-miñorano que dado la vuelta al mundo con decenas de espectáculos "made in Oia". Festejan el vigésimo aniversario de su primer estreno, "La Fiesta Escénica", la obra que acabó dando nombre a su ya internacional compañía. Fue el 22 de diciembre de 1995 en Cipolletti, su ciudad natal, la que abandonaron en 2001 para afincarse en la comarca. Perseguían un sueño y lo han encontrado aquí. Así que, por el momento, no entonarán el "Volver".

Todavía queda mucho de aquellos Marta Morro, Felipe Délano, Pablo Seguel y Marcelo Caruso adolescentes que ensayaban obras en Argentina bajo la batuta de un joven profesor de teatro, Abel Martín, hoy director de La Fiesta Escénica. Conservan la ilusión y la creatividad que traían en las maletas cuando desembarcaron en Baredo, su primer domicilio en Galicia. Sorprendieron en sus inicios a miles de miñoranos y visitantes con las "estatuas vivientes" que representaban en las principales calles baionesas para ganarse la vida. Su cuidada elaboración impedía distinguir si realmente eran figuras de piedra o bronce o personas y vislumbraba el talento de sus escenografías, aplaudidas en España, Portugal, Francia, Alemania, Italia, Austria, Grecia, Turquía, Corea, Guatemala, Honduras, México y hasta en El Vaticano, donde les recibió el Papa Francisco el año pasado.

Arrancaban en precario y salieron adelante con ayuda de la gente de la zona, explica Martín, que recuerda con especial cariño a "Josefa, la dueña de la casa donde vivíamos en Baredo, que nos echó una mano como si fuésemos sus sobrinos". Este calor marcó a los artistas desde el primer día, por eso decidieron echar raíces. "Nos sentimos como en casa. Para nosotros, lo más importante es trabajar aquí, agradecer a la gente lo que nos ha dado", asegura.

El primer hogar se quedó pequeño y se trasladaron a Baíña para después instalarse definitivamente en Mougás, en Oia, en una nave que es su hogar y su taller. Allí han revolucionado el concepto del circo con sus coloridos decorados, vestuarios, figuras animatrónicas y coreografías incluidas en shows como "Galtük" o "Cinderella", que sacarán de gira por España y Francia, en cuanto terminen las funciones del Circo de Navidad en Vigo, el 10 de enero.Y allí han montado también producciones como "Equus", "Provoke", el "Circo Acuático" o el reciente "Luxuria" para adultos. Una larga lista de espectáculos para los que han llegado a contratar a más de doscientos artistas.

El arduo trabajo a lo largo de dos décadas los ha mantenido unidos, en los buenos y malos momentos. "Aquí hemos vivido muchas alegrías, pero también tristezas como las de este año", afirma Abel Martín. Impagos de compañías para las que trabajaron y la estafa de una empresa que, según asegura, se quedó con los beneficios de un montaje pusieron en peligro la continuidad de La Fiesta Escénica. "Estuvimos a punto de cerrar, pero afortunadamente hemos superado el trance al conseguir nuevos contratos", relata. Lo hemos logrado porque hemos permanecido juntos. Somos una gran familia y ese es nuestro secreto", concluye el director con la esperanza de celebrar otros veinte años bajo la carpa.