La zona costera de A Guarda posee las únicas salinas romanas de Galicia existentes frente a mar abierto. Las conclusiones de Mar Cortegoso, la directora de la excavación arqueológica realizada en este año en O Seixal, fueron seguidas en la noche del pasado viernes por numeroso público que llenó la sala de conferencias de la Casa dos Alonsos, en A Guarda, en la Berferencia organizada por el Concello de A Guarda y Anabam.

La vinculación con el castro de Santa Trega, las pías salineras prerromanas en la zona para recoger sal en verano a través de la insolación y su importancia a nivel industrial para los romanos, fueron factores principales que se expusieron sobre este patrimonio guardés que fue notificado en su día por el vecino Cándido Verde y estudiado previamente por Agustín Ferreira Lorenzo, presidente de Anabam; Antón Ferreira Lorenzo y Antonio Español, en 1983, entonces miembros de la Agrupación Cultural Guardesa.

La excavación forma parte del programa de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Consellería de Cultura, con colaboración del Concello de A Guarda. Se excavó de forma manual en 52 metros cuadrados para "determinar la caracterización formal del yacimiento, el contexto cronológico y cultural y su delimitación espacial", indica la arqueóloga. También se realizaron sondeos en fincas situadas al otro lado de la pasarela de madera de la senda litoral.

Pudo apreciarse que existen restos de posibles salinas a lo largo de 150 metros y también la erosión marina. Las estructuras localizadas pertenecen a un complejo salinero con diez tanques de cristalización localizados, situados de forma escalonada, con enlosado de piedra y muretes separadores levantados con losas. Se localizó un sistema de canales que abre zonas de paso para el acceso a distintas áreas de la salina. Aparecieron restos de material romano y castreño, como una piedra para moler (mano de molino), parte de una vasija de cerámica.

La aparición de los tanques de cristalización que forman parte de la última fase del proceso de obtención de sal, son punto de reflexión sobre los sectores de la salina que no fueron localizados en esta intervención y que forman parte del complejo, como los estanques profundos de decantación y los canales de entrada de agua, que pueden estar desmontados por la acción marina o están bajo las tierras de cultivo.

Mar Cortegoso agradeció las facilidades dadas por el Concello, los técnicos de la Xunta, a Anabam y a la población guardesa "que se mostró muy interesada y respetuosa con el yacimiento y con nuestro trabajo", manifiesta Mar Cortegoso.