Los vecinos del entorno del puente de Rande ya no tendrán que jugarse la vida para acceder a la playa de Cabanas (Trasmañó) a través de las vías del tren. Un nuevo viaducto situado bajo el trazado de la autopista AP-9 permitirá evitar el peligroso paso a nivel sin barreras, único acceso que hasta ahora disponen para llegar al arenal.

La pasarela elevada sobre el trazado ferroviario la construye la unión temporal de empresas formada por Puentes y Dragados, adjudicataria de la ampliación de la AP-9, con el objetivo de permitir el paso de la maquinaria necesaria para los trabajos de ampliación del puente de Rande. En principio estaba previsto un viaducto provisional solo para dar servicio a las constructoras, aunque finalmente permanecerá tras las obras para así eliminar definitivamente el conflictivo paso a nivel. Este punto está considerado como uno de los más peligrosos de la red ferroviaria en el municipio redondelano, puesto que carece de medidas de seguridad como barreras o señales luminosas que adviertan de la presencia de los trenes.

En los últimos días la UTE instaló el tablero del nuevo puente, una gran viga de hormigón que permitirá en su superficie un paso de los camiones y excavadoras ya que la calzada dispondrá de ocho metros de anchura. La previsión es que esté disponible para su uso a finales del próximo mes de enero o febrero. Una vez concluyan las obras, la pasarela permanecerá para permitir el paso a los vecinos ya que en la zona hay varias casas que su único acceso hasta ahora es por las vías, igual que los usuarios que en los meses de verano acuden a diario a la playa de Cabanas.

Los residentes de la zona llevan años reclamando un paso seguro ante el riesgo por tratarse de un tramo con escasa visibilidad, ya que los trenes que proceden de Redondela salen de una curva situada a escasos metros del paso para los peatones donde casi no se puede advertir su presencia. Esta situación ha causado en muchas ocasiones sustos, aunque por fortuna no hubo accidentes graves.

Los vecinos ya reclamaron en el año 2007 al gobierno local, dirigido en aquel momento por el socialista Xaime Rei, que gestionase con Adif medidas para corregir esta situación. Ante la negativa del administrador ferroviario a construir un paso elevado, los ciudadanos plantearon la instalación de barreras o señales luminosas para advertir la llegada de los trenes.

También el actual alcalde, Javier Bas, realizó en el año 2011 gestiones ante las administraciones de Fomento y Adif para que adoptasen medidas de seguridad en este punto. Los técnicos de Adif llegaron a visitar el lugar para realizar un informe y estudiar distintas soluciones, aunque todo siguió igual.