Sabarís da estos días una vuelta de tuerca a la tradición belenista con un fin benéfico. Alrededor de una veintena de obras originales participan en el tercer concurso-exposición de microbelenes convocado por el Mercado de la Tía Ni, una iniciativa en la que tienen cabida propuestas artísticas, lúdicas y otras que remueven conciencias.

Así, en este espacio cultural baionés, entre almoneda y galería de arte, el portal de siempre toma forma de alambrada y cambia de escenario, de Belén a Melilla, en referencia al drama de la inmigración; los personajes principales se convierten en microorganismos o se ven arrastrados al lado oscuro; las figuras se vuelven transparentes o acaban como colección de filatelia.

Las propuestas son múltiples y el empleo de materiales muy diverso, desde lana hasta fichas de juego o cartas, explica Nieves Loperena, promotora de una iniciativa que aúna dos propósitos, "conseguir que no se pierda la tradición de los belenes y recoger comida para el Banco de Alimentos y juguetes", señala.

Para alcanzar el fin solidario se propone a quienes visiten la exposición que entreguen algún producto a cambio del derecho a votar por el belén de su preferencia y contribuir a elegir la obra más popular. A cambio, participarán en el sorteo de una cesta de libros y un grabado de la artista Irene Silva. "También habrá un jurado de expertos, integrado por tres belenistas baioneses, que elegirá otros tres ganadores: el más original, el más trabajado y el belén tradicional con mejor acabado", apunta Loperena. Todos ellos recibirán diplomas y un lote de libros.

La exposición podrá visitarse hasta el 5 de enero y aún acepta la incorporación de nuevas obras a lo largo de esta semana.

Visita guiada

De forma complementaria, el Mercado de la Tía Ni prepara este mes una visita guiada a siete casas de Sabarís cuyos propietarios construyen algunos de los mejores nacimientos del Val Miñor.