El teniente de alcalde y concejal de Urbanismo de Gondomar, Antonio Araúxo, acusó a la Xunta ayer de "mentir" en su respuesta a la orden de paralización de la estación de bombeo de As Garzas. Además de indicar que recurriría la resolución para continuar la obra, la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio advirtió al Concello de posibles multas por delito ecológico al permitir que los vertidos de fecales continúen contaminando el río Miñor y el estuario de A Foz. El edil recordó que es la depuradora, construida y gestionada por el Gobierno gallego, la principal causante de dichos vertidos.

Acusa asimismo a la Xunta de haber construido una red de saneamiento deficiente, con las aguas pluviales conectadas, y una EDAR mal dimensionada, que se colapsa a menudo y desborda.

Afirma además que el proyecto de saneamiento, aprobado en 2010 "cun acordo plenario de dubidosa legalidade", se ha dejado en el cajón "e pretenden agora responsabilizar ao goberno de Gondomar da súa deixadez". Exige también a la Xunta que explique que el nuevo proyecto prevé tres bombeos y qué ocurrirá cuando se averíen y alivien directamente al río, así como los costes de 30.000 euros al año en mantenimiento que supondrán al Concello.