La concesionaria de la autopista del Val Miñor, Autoestradas de Galicia, podría enfrentarse a importantes sanciones económicas si mantiene el cobro exclusivamente automático en el peaje de Baiona. Es el aviso de la Consellería de Infraestructuras e Vivenda, que investiga la situación en la última salida de la AG-57, donde las máquinas sustituyen a los cobradores desde el lunes.

Operarios de la compañía recibían a los conductores a pie de cajero durante las jornadas del lunes y del martes, para mostrarles su funcionamiento y asesorarles sobre el modo de proceder en caso de avería. Pero el miércoles ninguno atendía la estación de cobro, por lo que se sucedieron las colas y quejas en torno a las cabinas al menos durante la tarde.

Tras publicar este diario lo ocurrido, la consellería que dirige Ethel Vázquez envió ayer mismo una carta al director general de Audasa -la sociedad que gestiona las vías de cobro gallegas, en la que se integra Autoestradas de Galicia-, Andrés Muntaner, para exigirle explicaciones sobre lo ocurrido.

Cajeros solo puntualmente

La Axencia Galega de Infraestructuras autorizó el pasado julio a la concesionaria las recientes obras efectuadas en el entorno de las cabinas de peaje de Baiona. Además de mejorar el pavimento, el proyecto incluía la instalación de nuevos cajeros automáticos, añadidos a los ya existentes como complemento al cobro manual para aligerar el tráfico en momentos de alta afluencia de vehículos, como ocurre durante el verano en este municipio turístico.

Según el texto remitido por la Xunta al responsable de Audasa, la autorización de las obras recogía expresamente que la puesta en funcionamiento de las máquinas de manera exclusiva "estaba limitada a situacións nas que o cobrador tivese que abandonar o seu posto por algunha causa concreta e xustificada e por tempo limitado". Nunca de forma continuada, como ocurre en los últimos días, en los que incluso se han producido situaciones de inseguridad vial, como la maniobra de un conductor despistado que cometió una grave infracción y se dirigió a Vigo en sentido contrario en busca de una salida.

Fuentes del departamento autonómico insistían ayer en que el contrato firmado por la adjudicataria con la Xunta establece que debe haber un trabajador 24 horas atendiendo a los conductores. De manera que Autoestradas estaría incumpliéndolo.

En este sentido, la consellería exige a la concesionaria que resuelva el asunto y restituya la normalidad en el peaje. Si no lo hacen, destacan las mismas fuentes, se le sancionará.

Sin peajistas en Vilariño

No es la primera vez que la Xunta amenaza con multas a la concesionaria por este motivo. Llegó a imponer 1.200 euros al día en abril de 2013 por sustituir a los trabajadores por máquinas en tres cabinas de la comarca -en Vilariño y Porto do Molle- y en una de la autopista AG-55, que une A Coruña con Carballo.

Apenas un año después la misma consellería permitió la retirada de los peajistas en Vilariño tras llegar a un acuerdo con la adjudicataria ante la escasa afluencia de vehículos que registra este peaje.