La situación genera inseguridad. Prueba de ello fue ayer la greve infracción de un conductor de mediana edad en medio de la confusión, que este diario presenció en torno a las seis de la tarde. Se incorporó a la autopista en dirección a Baiona desde Vilariño. Al encontrarse con la ausencia de personal, sin apenas dudarlo, dio la vuelta y se dirigió a Vigo por la autopista en sentido contrario. Recibió varios toques de claxon de vehículos de frente y, en pocos minutos, regresó al mismo punto. Todo apunta a que cambió de sentido de nuevo en medio de la autopista, ya que no tuvo tiempo de llegar a la siguiente salida para hacerlo. Al alcanzar otra vez el peaje de Baiona preguntó cómo salir de allí, ya que no llevaba tarjeta. Cuando se le indicó que también podía utilizar dinero en metálico en la máquina, salió hacia Baiona.
VAL MIÑOR