Combatir la desmemoria, rescatar del olvido los nombres de lugares que, quizás, ya nadie transita y devolverles su carácter, más allá de una fría referencia catastral. Este es el propósito del estudio de recuperación de toponimia completado el pasado verano en Donas por Anxo Rodríguez Lemos, estudiante de Historia y miembro del Instituto de Estudos Miñoranos (IEM), un proyecto impulsado por la comunidad de montes de la parroquia gondomareña que ha logrado identificar y localizar en mapas 1.343 topónimos de sus 25 barrios.

El trabajo, realizado entre junio y septiembre de este año, se presentó el sábado a los vecinos en un acto en el Centro Cultural de Souto y puede consultarse además en la página web toponimiadedonas.esmiweb.es, que incluye también un apartado de testimonios con vídeos en los que los vecinos aportan información sobre el patrimonio y la cultura popular de la parroquia.

Anxo Rodríguez, satisfecho con el resultado, reconoce que el trabajo de campo fue complicado, sobre todo al principio. "Hace falta mucha fuerza de voluntad, hay que volcarse, sentarse con quienes pueden darte información, salir con ellos a ver esos lugares para situarlos bien en los planos y, antes que eso, superar las primeras reticencias y convencerles de que no eres del Catastro", apunta.

Con la ayuda de los comuneros, el autor del estudio logró finalmente contactar "con más de medio centenar" de vecinos, un importante número de colaboradores sin los que "sería imposible alcanzar la cifra de topónimos a la que hemos llegado", reconoce Rodríguez, que afirma que la recogida de datos "podría continuarse de forma indefinida, porque en Galicia tenemos la manía de darle nombre a todo", señala.

Pero sin duda una herramienta fundamental para el desarrollo del proyecto fue contar con el Catastro del Marqués de la Ensenada, un documento histórico de mediados del siglo XVIII con fichas detalladas de cada propiedad.

Así, en el listado de topónimos se recogen nombres de casas, habitualmente el de sus moradores o sus apodos, y también, y sobre todo, de los campos. "Muchos son nombres comunes en Galicia", afirma Anxo Rodríguez, y se refieren a las características del terreno, cultivos o incluso anécdotas que ocurrieron en ellos y que ya nadie recuerda. A este último grupo, apunta el autor del estudio, podrían pertenecer nombres de lugares de Donas como el manantial "O hulleiro donde morreu o burro" o el campo conocido como Outeiro dos Peidos.

Pero no solo nombres, el trabajo de campo ha permitido a los comuneros documentar "45 presas, 45 fuentes y 19 molinos, la mayoría inaccesibles". Además, se localizó una capilla en ruinas en O Cereixo, conocida como "do Aguzo", y los lindes de la jurisdicción real de Baiona en el Outeiro do Navío, que toma precisamente su nombre de las rocas que marcaban este límite, talladas con la imagen de un barco.