"Ponga solidaridad a su cortello". Podría ser el lema de un novedoso proyecto nacido en Nigrán. Lo impulsan el centro de formación ocupacional Juan María y la empresa Maderas Cadaval. En virtud de un convenio firmado recientemente, ambas entidades comercializan viruta de pino limpia para su uso en corrales o establos para elaborar abono natural, o bien para la fabricación de compost. Los beneficios revierten en los usuarios del servicio de atención a personas con diversidad funcional.

Cualquier ganadero o criador doméstico de caballos, vacas, ovejas, cabras, gallinas o conejos puede adquirir los sacos, de 25 kilos, a un precio de 5,50 euros en el propio centro -en la Rúa das Agullas, en la parroquia nigranense de Parada- o en las instalaciones de la empresa -en la Avenida Manuel Lemos, en San Pedro de A Ramallosa-. El producto ofrece garantías de calidad, según explica María Santos, directora del Juan María, puesto que "se elabora con madeira de pino sen ningún tipo de verniz nin composto químico".

La viruta a la venta procede del sobrante del taller de carpintería del centro, que se centra en la fabricación de los llamados marcos muertos, los tableros que se colocan en puertas y ventanas en construcción, previos a los definitivos. Precisamente esta actividad originó hace ya años la colaboración entre el Juan María y la firma maderera que le sirve la materia prima y que ha propuesto la iniciativa solidaria. Uno de sus responsables, Raúl Pedreira Prieto, es el ideólogo de esta forma de combinar el reciclaje con el altruismo con el objetivo de recaudar fondos. "A compañía encargouse de buscar os sacos plásticos e rotulalos para a causa", destaca María Santos, quien agradece en nombre del centro y de la asociación que lo promueve, La Esperanza del Valle Miñor, el apoyo de la compañía.

De llenar los paquetes se encargan los usuarios de dicho taller de carpintería, buena parte del total de 44 que acuden cada día al centro ocupacional y participan en actividades laborales como jardinería, elaboración de jabones y aceites esenciales y manualidades, además de desarrollar su autonomía y habilidades sociales a través de terapias y "obradoiros" creativos como el de fotografía, el de "Reporteiros en rede" o de lectura.

Un centenar de sacos de viruta se encuentran ya en los almacenes a la espera de compradores que contribuirán no solo económicamente con el centro, sino también con la visibilización de su labor.