El alcalde de Redondela, Javier Bas, asegura que los dos pantalanes para embarcaciones de recreo situados en los extremos de la playa de Arealonga, gestionados por el Círculo Cultural Recreativo de Chapela y la Asociación Náutica Deportiva Albatros de Teis, no incrementarán su superficie pese a la solicitud de ambas sociedades. Aunque todavía no existe una decisión firme sobre este asunto por parte de la Autoridad Portuaria, el regidor local se basa en una confirmación verbal realizada el pasado verano por el anterior presidente del ente, Ignacio López-Chaves, que comunicó al gobierno local que no se llevarían a cabo ninguna de las ampliaciones.

Las dos sociedades náuticas solicitaron a principios de año la concesión administrativa con una mayor ocupación de lámina de agua con el fin de ampliar el número de amarres en sus puertos deportivos. Sin embargo esta propuesta no fue bien recibida por diversos colectivos sociales, como la asociación de vecinos de Chapela y Voces polo Litoral de Teis, además de distintos particulares, que presentaron alegaciones contra el proyecto para ambos pantalanes. Los colectivos esgrimían como principales razones para rechazar una nueva ocupación del litoral marítimo de la parroquia por la posible incidencia negativa que pudiera tener en la playa de Arealonga cualquier ampliación que se realizara en los pantalanes.

Desde la asociación de vecinos señalaban además que el entorno del principal arenal chapelano ya se encuentra actualmente saturado por los amarres, y adviertían que este tipo de puertos deportivos, a pesar de ser flotantes, "tienen una incidencia importante en las corrientes, llenan de lodo los fondos marinos, contaminan la zona con vertidos de aceites, combustibles y jabones, y todo esto tiene incidencia en la pérdida de arena de los últimos años en la playa". Otra de las argumentaciones es que la presencia de tantas embarcaciones junto a la zona de baño "supone un peligro para los propios usuarios de las playas".

Este asunto también fue debatido en un pleno el pasado mes de abril, donde la corporación municipal aprobó una moción presentada por el grupo municipal del BNG en la que solicitaban a la Autoridad Portuaria que paralizase la ampliación de ambos puertos deportivos por su repercusión medioambiental. La iniciativa contó con el apoyo del BNG, PSOE y AER, no así del PP, cuyos concejales votaron en contra alegando que no podían pronunciarse mientras no tuvieran estudios de impacto ambiental que avalasen o rechazasen la actuación.

Ahora el proyecto se encuentra a la espera de la decisión definitiva del organismo portuario, aunque todo indica que será rechazado.