La contaminación del estuario de A Foz es uno de los principales escollos de la comarca, al que ninguna administración ha hecho frente hasta el momento. Los tres alcaldes miñoranos se sentaron ayer en el Concello de Gondomar para iniciar un largo camino hasta derribarlo. Lo hicieron a requerimiento de la asociación de vecinos "A Unión" de San Pedro, que exige a la Mancomunidade do Val Miñor que resuelva "dunha vez por todas" una situación que ha dejado la zona, integrada en la Rede Natura 2000, cerrada al marisqueo desde hace cinco años por sus "alarmantes" niveles de bacteria "E. Coli" -cuatro veces mayores a los permitidos por la normativa-, procedente de las aguas fecales. Su presidente, José Luis Taboada, al igual que los estudios científicos realizados hasta el momento, situó el principal foco del problema en la depuradora de Gondomar.

El alcalde de Gondomar y presidente de la Mancomunidade, Paco Ferreira, recogió el guante. Se comprometió a solicitar hoy mismo un informe sobre la eficienciade la EDAR para disponer de datos técnicos. No obstante, admitió que la instalación presenta graves problemas al estar diseñada para una población de 20.000 habitantes, mientras que depura las aguas de más de 40.000 al recibir no solo las aguas de Gondomar, " senon tamén as do CUVI e de parte das parroquias viguesas de Valadares e de Beade".

Los regidores de Nigrán, Juan González, y Baiona, Ángel Rodal, junto con la concejala de Urbanismo baionesa, Ana Simons, mostraron asimismo su preocupación por el asunto y su voluntad de emprender acciones para salvar la marisma y devolverle la biodiversidad de hace décadas.