Nuevo episodio del enfrentamiento entre la Xunta y el Concello de Gondomar por el saneamiento. Después de un mes de negociaciones sin éxito para reubicar la estación de bombeo que sustituiría al polémico tanque de tormentas y 1,8 millones de euros de fondos europeos en juego si el proyecto no termina antes de que finalice el año, Augas de Galicia inició ayer el destierre en la parcela municipal junto a la urbanización As Garzas. El gobierno local paró los trabajos por carecer de licencia, tal y como había advertido.

Una pala excavadora y varios operarios de la empresa gondomareña Essal -subcontratada por Civisglobal, la adjudicataria de lo que queda del proyecto iniciado en 2013 con una inversión de 3 millones de euros- irrumpieron en los terrenos que el Concello había descartado para colocar el bombeo por su proximidad a las viviendas y por las molestias en forma de ruidos y olores que podían ocasionar a los vecinos.

El tripartito había ofrecido tres alternativas a la Xunta, según explica el alcalde, Paco Ferreira. Una, cien metros río abajo, en los terrenos de la antigua depuradora. Otra en As Cercas, junto a la estación de autobuses. La tercera consistía en llevar las fecales por gravedad hasta el puente de Mañufe y colocar allí un bombeo que las condujese hacia las tuberías de la carretera de A Ramallosa en dirección a la EDAR.

Pero Augas rechazó las tres opciones porque considera que, a mes y medio de que termine el ejercicio y el plazo para culminar la obra sin perder la subvención de la UE, no hay tiempo para modificar el proyecto. Así que decidió retomar los trabajos ayer por sorpresa, en torno a las 13.00 horas.

El alcalde envió a la Policía Local a la zona para identificar a los trabajadores y comunicar a las empresas la orden de paralización que prevé firmar el lunes, el mismo día en que notificará al departamento autonómico su decisión.

Tanto el regidor como el concejal de Urbanismo, Antonio Araúxo, consideran lo ocurrido ayer como "un pulso" de la Xunta "que non imos permitir". El edil recordó que la parcela está considerada zona verde en el planeamiento, por lo que no es posible ninguna construcción. Incide asimismo en que "a alternativa das Cercas resultaría máis barata porque está nunha zona non inundable, pero á Xunta non lle dá a gana de aceptala".