El susto de su vida. Un vecino de Vigo de 47 años volvió a nacer ayer en Baiona. Escapó a la muerte por una ventanilla tras experimentar desesperados instantes dentro de un coche sumergido en el mar. El vehículo que conducía, un Mercedes de alta gama, cayó al agua por un despiste en el muelle de Santa Marta. Pero logró salir y buscar ayuda.

Ocurrió en torno a las dos de la madrugada. El accidentado acudió a Baiona en el coche de un amigo residente en León, que se lo había dejado mientras realizaba el Camino de Santiago. Había quedado en el muelle de Santa Marta con otra persona para salir a pescar juntos. Pero pasaban los minutos y su compañero no aparecía, así que decidió marcharse. Arrancó el automóvil y, al realizar una maniobra para poner dirección a la salida, se dio cuenta de que se precipitaba al mar.

La pleamar dejó el coche completamente sumergido y el angustiado conductor no lograba abrir la puerta. Probó con la ventanilla y consiguió salir, pero todavía debía enfrentarse a un nuevo contratiempo. Un pie se le había quedado enganchado, supuestamente en el volante.

Finalmente consiguió respirar y nadar hasta la orilla, a unos pocos metros. En plena madrugada, nadie pasaba por el entorno que pudiese prestarle ayuda, por lo que echó a andar.

Completamente empapado, caminó más de un kilómetro por la principal avenida de Baiona, hasta llegar a la Jefatura de la Policía Local, en la planta baja del Concello. Con síntomas de hipotermia, relató lo ocurrido a los agentes, que le proporcionaron ropa seca y lo llevaron al lugar del accidente. El vehículo seguía sumergido.

Volvió al Ayuntamiento a primera hora y los policías lo acompañaron de nuevo a la zona, donde permaneció hasta que una grúa de grandes dimensiones retiró el coche a media mañana, ya con la marea baja.