"O goberno de Gondomar non acepta regalos, sexa cal sexa o seu valor. Debemos acabar con estas prácticas anacrónicas e pouco ortodoxas", indicaba ayer el alcalde de Gondomar, Paco Ferreira, tras anunciar a través de las redes sociales la devolución de un reloj, cuyo precio de venta oscila entre los 33,30 y los 37 euros en diversas páginas de internet. Lo recibió la concejala de Infraestructuras e Servizos Básicos, Iria Lamas, en su despacho por parte de una empresa proveedora de productos de limpieza.

El presente, remitido por correo por la firma barcelonesa Bio Realitat S. L., llegó al negociado de Lamas hace un mes, como muestra de agradecimiento por un pedido de 15 litros de desengrasante. La edil puso lo ocurrido en conocimiento de Ferreira y este aseguraba ayer que hoy mismo lo enviaría de nuevo a la compañía. Acompañará el paquete de una carta en la que solicita a la empresa que "en lo sucesivo se abstengan de remitir ningún otro regalo, dádiva o similar a esta Administración y/o sus representantes".

Se trata de un modelo llamado "New Tiny" de la marca Radiant de escaso valor, pero su importe "é o de menos", recalca el alcalde gondomareño. "O que importa é o xesto. Non imos aceptar ningún regalo de ningunha clase, e así o firmamos ademais no pacto de goberno", subraya.

La normativa que promueve la Xunta en este sentido impide a los cargos públicos y funcionarios aceptar regalos de más de 90 euros, pero en Gondomar no se fijan límites económicos. "Chegue o que chegue, irá de volta", insiste el regidor.