Oia da fe de que el mar es siempre traicionero. Aunque ayer la suerte estuvo de parte del pescador que se precipitó al agua en Viladesuso, el litoral del municipio ha sido testigo de varias tragedias en los últimos años ocasionadas por un golpe de mar inesperado.

Así, en una zona próxima a la que fue escenario del accidente de ayer perdía la vida en diciembre 2012 una percebeira de 56 años, que falleció ahogada tras un angustioso rescate.

Del mismo modo, dos jóvenes pescadores de Tui desaparecían bajo el mar en mayo del año pasado en Punta Bazar y un hombre falleció hace unos días mientras pescaba en Mougás.

Por otro lado, este mismo año, en abril, un pescador salvó la vida a un buzo cuya vida corría peligro en Cabo Silleiro.