"Muy ilusionado" y "con muchas ganas" se mostró ayer Ángel Rodal Almuiña al anunciar que asumiría la Alcaldía de Baiona, cargo que ocupa en funciones desde que lo dejó Jesús Vázquez Almuiña para ser nombrado conselleiro de Sanidade. El nuevo regidor despejó ayer las dudas acerca de quién ocuparía el puesto. Su nombre se barajaba junto al de la concejala de Cultura, María Iglesias, y al de la edil de Urbanismo, Ana Simons. Su intención es continuar en la misma línea que su antecesor "en lo que se ha hecho bien", pero deja claro que cambiará "aquello que se pueda mejorar".

-¿Por qué usted y no cualquiera de las otras dos concejalas que supuestamente se postulaban para el puesto?

-Respetamos el orden de la lista electoral, en la que yo era el número dos, María Iglesias el tres y Ana Simons el cuatro. Finalmente, yo tomé la decisión, después de meditarlo mucho. Ser concejal exige mucha responsabilidad, pero ser alcalde es una dedicación veinticuatro horas al día y siete días a la semana.

-Es primo de Vázquez Almuiña. ¿Lo ha dejado al frente del Concello?

-No, ni mucho menos. Llevo diez años en el número dos del PP, los últimos cuatro como teniente de alcalde, siempre con el apoyo de los baioneses. No estoy aquí por ser el primo de Vázquez Almuiña.

-¿Teme las comparaciones con su antecesor?

-En absoluto. Asumo el cargo con muchísimo respeto, pero sin ningún miedo. Todos sabemos lo que ha hecho Jesús Vázquez Almuiña en Baiona, pero no me asustan las comparaciones porque somos un gran equipo, que trabajará en la misma línea en lo que se ha hecho bien y modificará todo aquello que se pueda mejorar.

-¿Percibirá el mismo sueldo que su antecesor, de 50.000 euros al año?

-Supongo que será semejante y será la única dedicación exclusiva del gobierno. Las restantes son parciales.

-¿Cómo reorganizará el reparto de áreas?

-Nos reuniremos en los próximos días para verlo. Yo asumiré dos o tres.

-¿Qué proyectos tiene? ¿Se fija alguna meta?

-Todavía es muy pronto para hablar de proyectos. Mucha gente nos dice que en Baiona está todo hecho. Es cierto. Ha habido muchas inversiones importantes pero creo que ahora es el momento de realizar obras más pequeñas, más centradas en las parroquias.