La banda desarticulada el martes parece estar detrás de los dos asaltos perpetrados en julio y en agosto en la cantina de la comisión de fiestas de Vilariño. La Guardia Civil imputa a los arrestados ambos ataques, en los que los presuntos delincuentes reventaron la puerta y se llevaron dos cafeteras, una nevera y un congelador, además de bebidas y alimentos. Todo valorado en más de 6.000 euros.

Estos robos sembraron la alarma en el barrio de la parroquia nigranense de San Pedro, al coincidir con actos vandálicos en propiedades privadas, como la colocación de petardos en buzones.

Los guardias no descartan la participación de los arrestados en robos en bares de campos de fútbol, como el de Donas, en Gondomar.