Se lanzaron siete y solo uno falló al arder antes de despegar. Trabajadores del departamento de Cultura de Ponteareas fueron los encargados, ayer, de lanzar desde la Praza de Bugallal los globos de papel en honor a San Miguel Arcángel, patrón de la localidad.

En torno a la una y media de la tarde se prendió la mecha del primer globo de numerosos colores. Sin embargo, la llama tocó el papel y se incendió antes de que llegara a separarse del suelo. Lejos de causar decepción, provocó sonrisas entre el público y sorpresa para los muchos niños que acudieron a ver este espectáculo anual.

El siguiente ya no falló. Subió lentamente, ladeándose varias veces para causar expectación y finalmente ascendió a un cielo carente de nubes. El tercero llamó la atención por su forma innovadora de rombo y por su discreto tamaño, diseñado con colores plateados y dorados. A pesar de desmarcarse de los demás, subió sin problemas, como también lo hicieron los cuatro restantes que se diferenciaban unos de otros por el tamaño y por el mensaje que llevaban escrito: Cultura 2015, Ponteareas 2015 o San Miguel 2015.

Los bomberos ponteareanos presentes en la plaza tuvieron que actuar, además de cuando ardió el primer globo, cuando descendió uno de los lanzados y cayó justo al lado de la iglesia. Se encargaron de apagar totalmente su mecha y de recogerlo para evitar que algún espectador pudiese quemarse.

Un día espectacular, totalmente despejado y con 21 grados de temperatura, facilitó la buena trayectoria de los globos y también la asistencia de decenas de personas que no quisieron perderse esta tradición recuperada por el Concello de Ponteareas en 2003, valiéndose de la sabiduría de artistas locales como Enrique González Iglesias, que también este año colaboró con las trabajadoras Vicky Amoedo y Liliana Valencia, en su confección. De hecho, fue él quien promovió que se aumentase el número de globos hasta siete. Es el propio Enrique quien sigue proponiendo que se atrevan a crear y lanzar un globo de gran tamaño, que se asemeje al tradicional de Betanzos que alcanza los 25 metros.