Una senda peatonal de 220 metros con dos pasos de cebra permitirá a los viandantes circular con mayor seguridad por la rotonda de acceso a la autopista en Vilariño, en el municipio de Nigrán. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras ha puesto en marcha las obras para habilitarla en uno de los márgenes de la PO-340, que une A Ramallosa con Gondomar.

Los trabajos estarán terminados en seis semanas, según indicó la delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch, quien visitó ayer la zona acompañada del jefe territorial de la consellería en Pontevedra, José Luis Díez, y el alcalde de Nigrán, Juan González.

Los peatones discurrirán así por un camino de hormigón anexo al arcén existente, que estará separado de la calzada por una barrera metálica y protegido por una baranda del lado exterior. Al llegar al acceso de la AG-57 por el que circulan los vehículos que se dirigen a Baiona o proceden de dicha localidad, los viandantes se encontrarán con los pasos de cebra.

El proyecto incluye el refuerzo de la señalización horizontal y vertical para advertir a los conductores de la presencia de peatones, además de la instalación de tubos para dar continuidad a los sistemas de drenaje de agua.

El regidor aprovechó la presencia de la delegada y del jefe territorial para reclamar un plan de seguridad vial a tan solo unos metros de allí, en el entorno del instituto Escolas Proval, demandado desde hace años ante el riesgo de atropellos a las puertas del centro, por donde numerosos vehículos circulan a gran velocidad en un tramo limitado a 50 km/h. González se reunió la semana pasada con representantes de la asociación de padres de alumnos y del colectivo vecinal A Unión de San Pedro da Ramallosa, que proponen medidas como dotar de más iluminación la zona e instalar bandas reductoras de la velocidad en las inmediaciones del centro.