La Fiscalía solicita una condena de un año y tres meses de cárcel como presunto autor de un delito de abuso sexual para J.L.P.T., párroco de San Martiño y San Campio de Figueiró, en la localidad pontevedresa de Tomiño, por presuntos tocamientos a una feligresa en el interior de la sacristía de la iglesia. El representante del Ministerio Público, en su escrito de calificación provisional, también demanda que indemnice a la mujer con 4.000 euros "por el perjuicio moral causado". Mientras tanto, la acusación particular, que representa a la supuesta víctima, eleva su petición a un año y ocho meses de prisión y al pago de 15.000 euros de indemnización. El abogado también plantea que se prohiba al acusado acercarse a la mujer y a su domicilio por un plazo de dos años. El juicio, que se celebrará en un juzgado de lo Penal de Pontevedra, todavía no tiene fecha.

El cura negó los hechos en su declaración durante la instrucción de la causa, rechazando los supuestos abusos que le imputan y también que hubiese estado con la mujer en la sacristía. Su abogado pidió ante el juzgado que se hizo cargo de la investigación del caso -el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Tui- que se archivase la causa contra su representado, pero la juez rechazó las alegaciones de la defensa.

Los hechos, según expone la Fiscalía en su escrito, ocurrieron supuestamente entre las 12.00 y las 13.00 horas del 15 de agosto de 2014 en la iglesia de San Martiño y San Campio de Figueiró. El cura presuntamente "abrazó" a la denunciante y la habría sometido a tocamientos "por debajo de la ropa" mientras le decía, siempre según el fiscal, "dios quiere que estés bien y yo estoy aquí para ayudarte". La acusación pública añade que esta situación se produjo "pese a la negativa y clara oposición" de la mujer, "que le pidió en todo momento que parase diciéndole 'no padre por favor".

La juez instructora, en el auto de transformación en procedimiento abreviado previo a los escritos de acusación, concretaba también que tras la práctica de las diligencias resultaba "indiciariamente acreditado" que los hechos sucedieron tras un bautizo, cuando la mujer fue a sacristía para hablar con el cura, comentándole que "se sentía triste". Según ese auto judicial, el párroco "cerró las puertas con pasador y le respondió que el diablo la estaba atormentando", tras lo cual habrían sucedido los supuestos tocamientos. Tras estos hechos, J.L.P.T. abandonó el lugar "porque tenía que celebrar una boda" en otra parroquia y "se le había hecho tarde".

La juez, que concreta en ese auto judicial que las diligencias se abrieron en virtud de un parte del centro de salud de Tomiño, considera que la declaración de la mujer es "coherente y creíble" y no aprecia "ningún motivo espurio" en la denuncia formulada.