Decenas de personas participaron ayer en una concentración ante la Casa Consistorial de Redondela para reclamar aceras en la carretera N-555 (Redondela-Peinador) ante al peligro para los peatones que a diario transitan por la zona.

Los vecinos de las parroquias de Cedeira, Negros, Cabeiro y Vilar residentes en el entorno de esta carretera nacional llevan años pidiendo aceras y otras medidas de seguridad vial, como un paso de peatones junto a la rotonda del Salgueiral, para evitar el riesgo de atropello que padecen a diario los viandantes debido a la escasa anchura de la calzada y a la ausencia de arcenes.

La protesta fue convocada por el colectivo vecinal por la seguridad vial en la N-555 formado por afectados de las distintas parroquias que da servicio esta carretera, que consideran insuficiente la inversión aprobada este año por el Ministerio de Fomento. Esta contempla un proyecto de mejora en solo tres tramos del vial entre los puntos kilométricos 1,8 y 3, con un presupuesto base de licitación de 388.858 euros. La Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia abrió el pasado mes de mayo el trámite de información pública de los bienes y derechos afectados por esta actuación para que los propietarios presentasen sus alegaciones.

La reforma de esta carretera es una demanda de los últimos gobiernos municipales, tanto por el bipartito presidido por Xaime Rei, como por el del popular Javier Bas, debido a que se trata de un vial con un importante tránsito de peatones para acceder al centro de Redondela desde los barrios de Fortóns y Eirapedriña, con unos 500 habitantes. Además el tramo soporta un elevado tráfico rodado, puesto que la carretera da acceso desde la N-550 a varias parroquias y al aeropuerto de Peinador. A todo esto se une la existencia en la zona de dos almacenes de alimentación y de materiales de construcción, además de las naves industriales de Millarada, en Vilar de Infesta, que generan un importante tránsito de camiones.

Durante el anterior mandato de Javier Bas -presente ayer en la concentración junto a concejales del PP- se construyó el primer tramo de la senda peatonal junto al cauce del río Maceiras a su paso por la parroquia de Cedeira hasta el casco urbano de Redondela, una medida que pretendía ser una alternativa para que los viandantes evitasen el tránsito por la carretera N-555 para acceder a la villa de los viaductos y que en los próximos meses se ampliará hasta la zona de Fortóns.

Sin embargo los vecinos consideran que se trata de una ruta de ocio y no una alternativa para solucionar el problema de seguridad vial, ya que los residentes de las casas situadas en la carretera seguirán padeciendo riesgos por la falta de aceras.