El polígono industrial de A Pasaxe afronta una etapa clave en su historia que podría ampliar sus cifras de empleo en un cincuenta por ciento en pocos años. Es la previsión de la asociación de empresarios de la zona, que calcula entre 1.300 y 1.600 los puestos de trabajo que sus firmas crearán en cuanto se apruebe el proyecto sectorial que ordenará y legalizará el parque empresarial, que acoge en la actualidad a 3.000 trabajadores repartidos en cien compañías.

El acuerdo al que ha llegado la semana pasada el colectivo con la comunidad de montes de Vincios, el Concello de Gondomar, la Xunta y el Consorcio de la Zona Franca de Vigo abre un escenario de "optimismo prudente" para los empresarios, según señala el gerente de la asociación, José Manuel Rodríguez Pérez. El pacto pone sobre la mesa una hoja de ruta de cuatro meses de cara a la aprobación del plan urbanístico que permitirá obtener licencia para desarrollar sus proyectos a las firmas existentes y habilitará terrenos para la instalación de otras nuevas, además de urbanizar y dotar de servicios básicos el entorno. Pero hasta que llegue el momento, los industriales mantienen la cautela.

No obstante, los compromisos de las partes parecen dejar atrás las cuatro décadas de crecimiento al margen de la ley de un polígono atractivo por su ubicación estratégica -en las proximidades de Vigo y junto a la autopista AG-57-, pese a los obstáculos administrativos que su situación de irregularidad le pone en el camino.

Y es que la asociación de empresarios constata la existencia de una veintena de firmas presentes en el parque empresarial que ya han presentado proyectos de ampliación. Y, aunque el colectivo no dispone de un listado de compañías que demandan suelo en la zona o se hayan interesado por los terrenos que ofrecerá en cuanto el plan sectorial entre en vigor, José Manuel Rodríguez asegura que son muchas, tanto viguesas como de otros puntos. "Hay empresas consolidadas que quieren trasladarse aquí, entre ellas varias del puerto de Vigo que buscan mejores conexiones, y también otras de nueva creación. Pero por el momento no podemos ofrecerles alternativas", lamenta.

La situación podría cambiar en tan solo unos meses y los industriales confían en que así sea. Para ello invertirán en la urbanización, que dirigirán el Ayuntamiento y Zona Franca a partes iguales. El Concello gestionará la fase centrada en los terrenos ocupados a través de un sistema de cooperación, mientras que el organismo estatal se hará con las parcelas libres o con naves diseminadas mediante la expropiación para poner en marcha las obras.