Los viñedos de las subzonas de O Rosal y O Condado, de la D. O. Rías Baixas, recibirán a unas mil personas que trabajarán en la vendimia de este año. Unas lo harán contratadas por las grandes bodegas y otras trabajarán en explotaciones más pequeñas o en fincas particulares. En muchos de estos casos, vendimian familias enteras, la mayoría sin percibir nada por ello. En la subzona de O Rosal están registrados 374 productores que trabajan en 582 hectáreas de viñedo. En O Condado hay 1.034 productores y 965 hectáreas.

La vendimia de este año en las dos subzonas la D. O. Rías Baixas aportó ayer uvas con un nivel de azúcar que oscila entre los 12 y 13 grados brix, lo que garantiza su gran calidad. En cuanto a previsiones de cosecha, se registra un incremento que varía, según las fincas, entre un 20 y un 30% más, en relación al pasado año, con una producción de 3.205.000 kilos de uva vendimiada en la subzona de O Rosal y 5.156.000 kilos, en la de O Condado.

Los viñedos de Altos de Torona, en las colinas de Vilachán (Tomiño), con cerca de 100 hectáreas de albariño, caiño, loureiro, godello y treixadura, mostraban ayer la actividad propia de esta fase crucial. Mientras vendimiadores cortaban los racimos de albariño, con uvas muy doradas, operarios hacían el transporte de las cajas hasta las instalaciones de la bodega. El gerente, José Antonio Torres Gómez, informó que este año se vendimiarán por vez primeras tres hectáreas de viñedo ecológico, que suponen un mayor trabajo, utilizando abono natural. Un total de 210 trabajadores (200 contratados) realizarán esta labor en 14 días. En octubre instalarán 160 colmenas de abeja común para polinizar. Además, en este año recogerán aceitunas arbequina y picual, para elaboración de aceite.

Riego por goteo

En una parcela de 80.000 metros situada en Mosteiro (O Rosal), perteneciente a la bodega Lagar de Fornelos, comenzaba ayer la vendimia en viñedos destinados a ensayos, con el fin de aplicar el riego por goteo idóneo para cada lugar, como explicó el enólogo Ángel Suárez. El profesor Javier Cancela, de 9I 1716 Proyectos y Planificación (grupo de investigación de la Escuela Politécnica Superior del Campus de Lugo, perteneciente a la USC), lleva a cabo esta labor con otra técnica. El proceso se llevó a cabo el pasado año y se prolongará durante otros tres. Con las uvas recolectadas se realizará una microvinificación de cada ensayo para conocer los resultados y observar los efectos en el vino final. "El nuevo sistema de riego mejorará la cantidad y calidad, con la dosis idónea de abonado, en parrado y espaldera", precisó Suárez. En el resto de 70 hectáreas de viñedos, se prevé cosechar 7.000 kilos por hectárea de albariño, en unos 15 días de labor y con 100 jornaleros contratados.

Las bodegas Santiago Ruiz también iniciaron ayer la vendimia en sus 38 hectáreas de albariño, loureiro, treixadura, godello y caiño blanco.

Un 30% más de uva que los 1.300.000 kilos cosechados en 2014, son las previsiones de Terras Gauda. El buen tiempo en primavera e inicio de verano, propiciaron una excelente floración, valora Emilio Rodríguez, director técnico. En sus 90 hectáreas propias y otras 70 de socios, vendimiarán variedades como albariño, loureiro y, por último, caiño blanco. En sus fincas prosiguen la investigación sobre sensores para viticultura de precisión, mediante satélites que aportan información sobre el estado vegetativo de las plantas y condiciones del suelo. Están desarrollando el software para utilizar los datos que reciben.

La primera bodega de la subzona del Condado do Tea en comenzar la recogida ha sido Veiga da Princesa que, aunque está ubicada en Arbo, sus viñedos se encuentran en el municipio de Crecente. Los técnicos de campo de las bodegas señalan que el estado sanitario de la uva es excelente, como también lo es su grado de maduración. " Ha sido un año bastante seco en general, pero la planta ha aguantado perfectamente. Las pocas lluvias de este final de agosto nos han venido muy bien para acabar de culminar el ciclo con una cosecha sana y con rendimientos positivos", asegura José María Ureta Guzmán, enólogo de Bodegas La Val.

Durante estos días, las 42 bodegas del Condado do Tea han contratado alrededor de 600 personas para recolectar la uva. Solo la bodega Señorío de Rubiós, con 32 hectáreas de viñedo, necesita cerca de 70 trabajadores. Por su parte, Bodegas La Val, en Salvaterra, cuenta en esta vendimia con 150 operarios, entre su plantilla y contratados extra para trabajar en 60 hectáreas. Aunque se prevén precipitaciones para los próximos días, las bodegas no detendrán las labores de vendimia, salvo que las lluvias fuesen extremadamente abundantes.

La recogida de la uva se hace manualmente y para transportarla a la bodega es importante, "que las cajas no se llenen del todo para que no se rompa la uva y se oxide", explica Antonio Méndez, de la bodega Señorío de Rubiós, quien estima obtener este año 180.000 kilos más que en la cosecha de 2014. También prevé recoger más uvas en esta cosecha Bodegas La Val, que prevé 60.000 kilos más de uva que el año pasado.