Un ciclista francés de 74 años sufrió ayer contusiones tras tropezar con uno de los polémicos bloques de hormigón que separan el carril bici de la calzada en la PO-552, en Oia. La caída se produjo a las 17.30 horas en la zona de Tío Rincho cuando el hombre, que circulaba con una veintena de compañeros que realizaban una ruta desde Portugal, colisionó contra uno de los muretes y fue a parar al asfalto. Agentes del GES de A Guarda acudieron al lugar, al igual que una ambulancia que lo condujo al PAC guardés.