Uno de los dos guardias civiles que acudieron el miércoles pasado a la casa de Guláns donde el batería de Los Piratas sufrió una crisis psicótica ha declarado esta mañana que Javier Fernández le atacó "con un tenedor y cubiertos", según ha informado el abogado de la familia del fallecido.

Tras su intervención en el Juzgado número 2 de Ponteareas testificarán dos de los tres sanitarios que acudieron a la casa de Guláns alertados por el 112. Su declaración es vital para esclarecer uno de los puntos más importantes del suceso: si el batería de Los Piratas atacó al guardia civil, corroborando la versión defendida por el Instituto Armado.

Por su parte, la Fiscalía ha pedido esta mañana un informe psicológico del guardia civil que disparó al batería de Los Piratas. El Ministerio Fiscal solicita además un informe del instructor de tiro y de las pruebas con armas realizadas por el agente que el pasado miércoles hirió en el abdomen a Javier Fernández, un balazo que provocó su muerte.

El abogado de la familia del batería de Los Piratas ha solicitado consultar el informe de la Policía Científica sobre el fallecimiento del joven y el escrito que presentó la Fiscalía en el que pide alrededor de 10 diligencias. Al igual que la Fiscalía también ha pedido el informe psicológico de guardia civil al que la familia atribuye un homicidio imprudente.

La titular del Juzgado de Instrucción 2 de Ponteareas ha iniciado esta mañana la toma de declaraciones de testigos, enmarcadas en el procedimiento para esclarecer si existió o no un delito de homicidio imprudente.

En la jornada de este miércoles han comparecido cinco testigos: una vecina y un amigo de la pareja, dos sanitarios y el agente que supuestamente fue atacado por Javier Fernández.El letrado que representa los intereses de la viuda y su bebé, Gerardo Gayoso, ha explicado que solicitará cuantas diligencias sean necesarias para aclarar los hechos, entre ellas, careos o reconstrucción de lo sucedido, dado que existen versiones contradictorias sobre las circunstancias en las que el batería recibió el disparo.

Mientras, la Guardia Civil sostiene que la intervención en la vivienda se produjo por un supuesto caso de violencia de género y que el agente se vio obligado a disparar ante la agresividad de Javier Fernández.