El monumento a la Virgen de la Roca, construido gracias a su empeño, fue testigo ayer de un acto en homenaje a Mercedes Ruiz de la Escalera, una de las grandes benefactoras de Baiona que da nombre al parque que rodea la estatua. Tras colocarla el pasado febrero, el Concello y la comunidad de montes Santa María de Afora inauguraron la placa en su honor, aprovechando la presencia de algunos de sus familiares en la villa.

Alcalde, ediles, comuneros y descendientes de Ruiz de la Escalera recordaron su figura. Nació en 1856 y era hija de un prestigioso diplomático destinado en Filipinas. A los 16 años, llegó a la villa real aquejada de una tuberculosis que no mejoraba pese a recorrer distintas ciudades europeas en busca de la recuperación. La encontró en Baiona. Fue al pisar la playa de A Concheira donde dijo a su madre "si me quedo aquí me curo", indicaron. Y en el número 10 de la calle Ventura Misa se instaló hasta su muerte, a los 100 años. Su agradecimiento al pueblo que le devolvió la vida hizo que fundase la Escuela del Mar, donde se impartían clases gratuitas a los vecinos y que promoviese y financiase parte de la construcción de la Virgen de la Roca. Para ello, recurrió al entonces papa Benedicto XV y a la reina Victoria, de la que había sido dama de honor. Gracias a su influencia en la corte, logró la representación de la obra lírica "Virgen de la Roca" en el Teatro Real de Madrid para recaudar fondos.