No existe constancia de la construcción de la Ponte Nova en los archivos conocidos, pero los historiadores apuntan al siglo XV, según indica el investigador local Anxo Rodríguez Lemos. Se sabe que los pilares de tierra sostenían en origen un paso elaborado con vigas de madera, de ahí que recibiese el nombre de Puente de los Maderos en el XVI, explica. En aquel siglo, se produjo una reconstrucción. Concretamente, en 1562, según recoge el libro "Baiona de Miñor en sus documentos. Actas municipales correspondientes al siglo XVI", del padre Garcia Oro y María José Portela Silva. Las obras, señala Rodríguez Lemos, salieron a concurso público mediante el rito de la candela, que consistía en una especie de puja en la que los maestros de cantería ofertaban precios mientras una vela se mantenía encendida. El ganador fue Bastián Cuello, que rehabilitó el viaducto por 270 ducados.