Las duchas y lavapiés de las playas de Nigrán volverán a ser gratuitas este verano. El nuevo gobierno socialista de Nigrán ha decidido retirar el polémico sistema prepago que implantaron sus antecesores populares en 2013 porque considera que el coste del mantenimiento del servicio no compensa el ahorro de agua. En dos años, aseguran tras consultar las cifras al departamento de Intervención, el Concello ha gastado más de 100.000 euros y solo ha recuperado 14.300. Los bañistas, que en los últimos dos veranos debían comprar unas tarjetas recargables para retirarse salitre y arena, podrán hacerlo sin pagar desde el próximo día 1 de julio.

Así lo explica el concejal de Vías e Obras, Servicios Urbanos y Seguridade, Rubén Rial, quien acudió ayer a Praia América para supervisar la sustitución del primer lector de tarjetas por un pulsador. Operarios de su departamento cambiarán los dispositivos de las 17 duchas y lavapiés que disponían del sistema prepago en dicho arenal, en A Madorra, en Area Fofa, en Patos y en As Canas durante las próximas semanas. Lo hacen aprovechando materiales existentes en el almacén municipal, "para evitar más gastos", indica el edil.

Y es que los socialistas consideran que el Ayuntamiento ha asumido "demasiados" costes por este sistema que, según un informe de la ingeniera municipal, quedaría amortizado en un plazo de 60 años, recalca Rial.

La puesta en marcha del servicio resultó controvertida desde el principio. El gobierno que presidía el popular Alberto Valverde se lo encargó a la empresa catalana Beach Trotters por cerca de 60.000 euros, subvencionados al cien por cien por Augas de Galicia, en abril de 2013. Aseguraba que el pionero sistema supondría una rebaja del 60% en el consumo de agua en las playas. En el primer verano de uso, indicaba un año después, había ahorrado dos millones de litros.

Ya entonces los grupos del PSOE y de UCN criticaban la "elevada inversión" y los gastos que generaría a las arcas municipales por averías y actos vandálicos. Así fue. En dos años, apunta Rial, el Ayuntamiento ha destinado 27.000 euros al mantenimiento de los dispositivos, casi la mitad de los 60.000 más IVA que costó ponerlos a funcionar. De esta cantidad, 7.000 euros se dedicaron a reparar doce lectores, a seis por verano, algunos por defectos y la mayoría por ataques intencionados. Otros 10.600 euros se dirigieron a la compra de 4.800 tarjetas nuevas el año pasado. "Si estas cifras sumamos los 3.000 euros que Cespa ha invertido este año en adquirir nuevas tarjetas dentro de las partidas que debe destinar a programas de concienciación medioambiental en el municipio y los costes de mano de obra municipal empleada en instalación y reparaciones, superamos los 100.000 euros. Una ruina si tenemos en cuenta que los ingresos por venta de tarjetas y recargas no superan los 14.300 euros", argumenta.

La "liberación" de las duchas no quiere decir que el gobierno esté en contra de promover el consumo consciente del agua, advierte Rubén Rial. El concejal defiende que "el ahorro de un bien escaso como es el agua deberá obtenerse mediante la concienciación un uso responsable de la misma tanto en las duchas y lavapiés como en cada una de nuestras casas, pero no a través de un sistema de pago con un coste tan elevado".