"Fuerza y aliento para seguir trabajando por Mos". Nidia Arévalo, candidata del PP a la Alcaldía mosense, logró reunir los suficientes sufragios en la jornada electoral de ayer para mantenerse al frente del gobierno local sin pactos. Su candidatura obtuvo nueve actas de concejal, una menos que en 2011, y concentrar el 43,67% de los votos, casi once puntos por debajo de los recabados en los anteriores comicios.

Pese a perder casi 1.000 papeletas, Arévalo se mostró "muy emocionada" con la respuesta de los vecinos. "Mos ha respondido alto y claro que confía en este gobierno", aseguró, para, seguidamente, ofrecer "trabajo, trabajo y trabajo" en el nuevo mandato que ahora está a punto de afrontar.

La hoy alcaldesa en funciones valoró también la entrada de GañaMos-SON en la nueva corporación municipal. "Hacía tiempo que no se daba una situación de más de tres grupos", dijo, y deseó que la relación entre las distintas fuerzas políticas "siga siendo de respeto".

Francisco Vázquez Troitiño fue el otro nombre propio destacado de la jornada en Mos. El candidato de GañaMos-SON estaba a última hora de ayer exultante por el resultado cosechado por su formación, una candidatura "creada por los vecinos", apuntó, y que se siente "muy en conexión con los mosenses".

Tras los comicios de ayer, GañaMos irrumpe en el Concello mosense con cuatro concejales, que lo convierten en segunda fuerza por detrás del Partido Popular. Sus propuestas, centradas en "ganar calidad de vida" para los vecinos recabaron un total de 1.954 votos, un 22,77% que les posiciona como líderes de la oposición.

"Nuestro propósito dentro de la corporación será investigar las irregularidades que sabemos que existen en el Concello y luchar contra el clientelismo; en definitiva, ganar libertad y justicia para el Ayuntamiento", afirmó Vázquez Troitiño.

La otra cara de la moneda la representan PSOE y BNG. Ambos mantendrán su representación en el pleno, aunque seriamente mermada con respecto al pasado mandato.

Así, los socialistas perdieron ayer dos de los cinco concejales que tenían, por lo que serán tres los que ocupen acta durante los próximos cuatro años. La formación, liderada por Alfonso Parada, pasa de este modo de segunda a tercera fuerza al lograr 1.601 votos -774 menos que en 2011-, que representan el 18,66% del total de sufragios emitidos por los mosenses.

"Ha irrumpido un partido nuevo que se ha nutrido del voto de izquierdas", apuntó Parada como explicación a la sangría de votos experimentada por su formación, de la que aseguró que "seguirá con la misma labor de oposición, intentando que el PP sea más abierto y más receptivo a las propuestas del resto de los grupos".

Con un edil, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) consigue mantenerse en la corporación pese a perder 545 de los apoyos que recibió en 2011 y que le sirvieron para sumar un acta de concejal más que en esta ocasión. Los nacionalistas recibieron un 8,82% de los sufragios, por encima de Ciudadanos de Centro Democrático (CCD), que fue el único partido de los que presentaban candidatura a estas elecciones que no obtuvo representación.

Mos vivió ayer una jornada de votación tranquila, en la que un 70,93% de los electores acudieron a las urnas.