La plaga del "dragón amarillo" llega con otra ya instalada en la comarca desde hace más de un año. La del picudo rojo, un escarabajo de origen asiático que afecta a las palmeras y también las fulmina sin remedio. El foco de este coleóptero se detectó a principios de 2014 en Gondomar, donde ya ha matado más de 60 palmeras, el 15% del total de 400 existentes en el municipio, según asegura el concejal de Medio Ambiente, Juan Carlos González Camesella. Pero un simple recorrido por la comarca es suficiente para percatarse de que el picudo rojo ha matado a decenas de palmeras en Baiona y Nigrán. Las ramas y hojas se secan y el árbol muere.

El Ayuntamiento gondomareño es el único del Val Miñor que colabora con los vecinos en la eliminación de los árboles afectados. Lo hace para evitar "males mayores", según indica el edil, ya que los troncos secos pueden desplomarse en cualquier momento, con el consecuente peligro. González Camesella los informa personalmente de los pasos a seguir, según el protocolo que la Xunta también ha establecido en este caso. Deben talarlos y asegurarse de limpiar cualquier resto de las fincas para evitar su propagación. Después, los servicios municipales transportan los troncos y ramas hacia fincas públicas, donde las entierran a más de dos metros de profundidad, para asegurarse de acabar con el insecto.