Poco después de las tres comenzó el éxodo. Algunos ya se habían marchado días antes, y parte de los niños ya estaban en casa de los abuelos en tierras de Castilla, a donde, en medio de la lluvia se dirigían en la tarde de ayer con sus coches y furgonetas. Los gitanos "zamoranos" dijeron adiós a Porriño y Tui entre lágrimas, después de casi cincuenta años de convivencia pacifica con los vecinos.

Muchos de los que parten tuvieron que conseguir dinero para carburante, otros se fueron con lo justo para el viaje. Se trata de 290 personas que hasta ahora vivían al día con lo que recaudaban en los mercadillos y ferias a través de un sistema dirigido por un grupo supuestamente opresor, según denuncian públicamente, "a los que no podemos llamar gitanos" y que provocaron el destierro de los cuatro pastores evangelistas, que viendo las necesidades de la colectividad fueron los encargados de decir "basta".

Para ellos los pastores son las personas más inocentes "pero se les culpa del problema". "Debemos decir que, según nuestra ley, nunca un pastor haría nada malo para nuestra comunidad, y en este caso, mucho menos. Los pastores a los que están culpando y a quienes quieren desterrar, son víctimas y cuentan con nuestro total apoyo, y no vamos a permitir, de ninguna manera, que se los perjudique, ni se los destierre. Por ello, y para evitar enfrentamientos que perjudiquen al conjunto de zamoranos gitanos, hemos decidido marcharnos todos acompañando a nuestros pastores", afirma un portavoz del colectivo.

Por primera vez, el colectivo rompe el silencio e indica que "hemos llegado hasta esta situación, soportando chantajes, humillaciones, presiones y amenazas de todo tipo, llegando en algún caso a las agresiones físicas, sin que hubiésemos denunciado ni realizado ninguna declaración en prensa. Pero entendemos que ha llegado el momento de pedir respeto hacia todos. Solo queremos que nos dejen tranquilos, que nos permitan trabajar y hacer una vida normal. No queremos vivir nunca más arrodillados, recordamos siempre una frase muy de acorde con nuestra situación, "es mejor morir de pie, que vivir siempre arrodillados".

Añaden que nunca quisieron denunciar ningún maltrato ni abuso de poder, respetando los principios y tradiciones de la etnia que conocen popularmente como "Ley gitana", sin embargo "ahora, otros mal llamados gitanos nos enseñan el camino, pero preferimos perder nuestros derechos que romper con nuestras ideas y nuestra Ley"

Añaden que hasta el momento "nuestros hijos no acudiendo a los colegios, ni pudimos realizar nuestro trabajo diario, de venta en los mercados, por miedo a represalias y agresiones? En este momento hemos recibido tantas amenazas, que no podemos sentirnos seguros, ni en nuestras propias viviendas..."

También se refieren, sin nombrarlo a Sinaí Giménez, indicando que "entendemos que el secretario de la Asociación Gitana de todo el país, debe estar para defendernos y buscar el bienestar y la Paz de todos los gitanos, y no dividir, ni mucho menos, romper nuestra cultura, denunciando e inventando calumnias, cuando sabe de sobra que, si muestra respeto hacia todos y defiende el interés colectivo, tendrá nuestro respeto. Consideramos peligroso, denunciar mintiendo, porque además, está enseñando a otros, malas formas que pueden sentar un precedente".

Antes de partir quisieron dejar claro que "nunca hemos tenido ningún problema con los "gitanos gallegos", podemos convivir, respetándonos todos, como hemos hecho desde hace más de 40 años, hasta que se ha metido por medio, gente que no merece llamarse gitana, que solo busca su bien, sin importarle nada, el grave perjuicio que causa a toda la comunidad, con su egoísmo, y sus fechorías". "Tenemos un especial respeto por todos y cada uno de los gitanos gallegos, con los que formamos una buena comunidad hasta ahora y que jamás nos han hecho ningún daño", insisten

También dicen que "nos sentimos profundamente queridos y respetados por todos los ciudadanos, así como por los propios grupos de gobierno, tanto de Porriño como de Tui, a quienes tenemos mucho que agradecer, pues siempre nos han tratado como a los demás ciudadanos, sin que nunca se nos desplazara o marginara".