Una tajea "gigante", de 3 metros de ancho por 2 de alto, para devolver al río Seco su salida natural al mar. Es la solución definitiva que sopesan la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, a través de su departamento Augas de Galicia, y el Concello de Oia para resolver el problema de las riadas, que obliga a cortar la carretera que une Baiona con A Guarda (PO-552) cada vez que llueve con intensidad e inunda por completo la estación de servicio de Viladesuso. La última gran crecida se produjo el pasado jueves e inutilizó el principal vial costero del sur de la provincia de Pontevedra durante 14 horas.

Era la cuarta riada en tan solo ocho años. Las fuertes precipitaciones hicieron que se desbordase el cauce, que en circunstancias normales hace honor a su nombre y apenas lleva agua. Ocurrió al cumplirse tan solo tres años de la última intervención de la Xunta en la zona. Tras los desastrosos desbordamientos de 2006, 2007 y 2011, el Ejecutivo gallego había instalado un desagüe de 2,40 metros de diámetro bajo la calzada en el marco de una serie de obras en todo el municipio que costaron algo más de 160.000 euros. La realidad ha demostrado que resultó insuficiente.

El delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y el jefe territorial de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, José Luis Díez, visitaron ayer este castigado punto acompañados del alcalde de Oia, Alejandro Rodríguez. Después del aluvión de la semana pasada, el regidor manifestó que "hai que coller o touro polos cornos e poñer os cartos enriba da mesa". La inversión será "elevada", según indicaron los tres dirigentes, aunque todavía no se ha calculado el importe exacto.

Presas río arriba

Existe un proyecto para solventar el problema. Pero los elevados costes que requiere lo han frenado hasta el momento. Ahora los técnicos autonómicos lo retomarán e incluirán modificaciones. Entre ellas, destacó Cores Tourís, la creación de balsas río arriba. Estas estructuras de contención de agua han funcionado de manera efectiva en otros puntos del municipio, como los ríos Sobral y Broi, apuntó el delegado.

Tampoco hay fecha para la licitación e inicio de las obras. Dependerá de los estudios técnicos, aunque el alcalde espera que los trabajos comiencen antes de final de año.

Mientras tanto, operarios y maquinaria de la Xunta, la Diputación y el Concello trabaja en la retirada de piedras y lodo que los torrentes del pasado jueves arrastraron a diversos puntos del municipio. Concretamente junto a la estación de servicio de Viladesuso recogieron 300 metros cúbicos en total.