El banco de tapones del Baixo Miño, con sede en Tomiño, ha culminado con éxito su séptima campaña con la entrega de 3.000 euros para costear la hidroterapia, hipoterapia y logopedia del niño Rubén Patricio, de Sobrada (Tomiño), que tiene 4 años de edad y padece una infección congénita por citomegalovirus, además de ser autista y tener pérdida de audición.

Otros 3.000 euros se entregaron a la niña Evelyn Motos, de 8 años de edad, que sufre la enfermedad Wolf-hirschhorn. La pequeña vive en Vigo y sus padres quieren que se estudie su caso.

El colectivo ha logrado reunir 24 toneladas de tapones, que se terminaron de seleccionar en el día de ayer, para atender las necesidades de los dos niños.

Como recuerda el portavoz del banco de tapones, Manuel Pardo, esta iniciativa lleva funcionando ininterrumpidamente desde hace dos años. En este tiempo se han clasificado 150 toneladas de tapones y se han recaudado 37.000 euros con los que se han ayudado a un total de 18 niños y niñas que sufren enfermedades raras y precisan cuidados y tratamientos especiales o aparatos que les ayuden a mejorar su vida diaria.

La octava campaña se iniciaba ayer mismo. Allí estaba el pequeño Gilber Daniel Prada, de dos años y siete meses de edad, junto a su madre Mónica. Llegaron desde Cabeza de Vaca (Ourense). El pequeño sufre una pérdida de audición y necesita nuevos audífonos, además de terapias de logopedia.

El banco de tapones cuenta con 23.000 seguidores a través de Facebook que colaboran depositando tapones en 350 puntos de recogida distribuidos por toda Galicia. El abuelo de Rubén explica además que un vecino de Tomiño, Manuel Pazos, ha donado para la campaña de su nieto la impresión de 5.000 rifas y el colchón con canapé que se va a sortear, una de las muestras de la solidaridad que rodean y amparan estos casos.