El vecino de la parroquia de Barciademera, en Covelo, agredido el pasado miércoles por dos hermanos, y en cuya pelea se utilizó un arma de fuego, asegura que él no es la persona a la que los agresores buscaban y que recibió una paliza sin saber el motivo, hasta que días después, al regresar del hospital, se enteró por qué se habían producido los hechos.

Asegura que fue otro vecino del barrio, que vive cerca de su casa, el que días antes había ido a casa de los abuelos de los agresores a a acusarlos de un robo en su propiedad. Sin embargo, cree que por una confusión de los abuelos al explicarles a sus nietos quién había sido, estos se acercaron a su casa y "sin darme opción a explicarme me dieron una patada en la boca y una paliza brutal" asegura.

Después de pasar varios días en el hospital, ha regresado a su domicilio, donde continúa recuperándose. Tiene hematomas, contusiones, ojos hinchados, heridas sangrantes en la cabeza y posibles fisuras en las costillas.

"Quiero aclarar las cosas porque este es un pueblo muy pequeño y mi madre es mayor y no tengo por qué aguantar que me miren mal" relata el agredido, quien asegura que "soy pensionista porque tengo una minusvalía y como ven que no trabajo piensan que ando metido en algo raro y no tengo por qué soportar murmuraciones aún encima de haber recibido una paliza que no iba dirigida a mí y de la que no tuve ni oportunidad de defenderme, ni física ni dialécticamente" explica.

Los hechos ocurrieron el pasado 24 de septiembre por la tarde. Los dos hermanos detenidos, ahora en libertad con cargos tras comparecer en el juzgado de Ponteareas, accedieron al domicilio de este vecino de Barciademera e iniciaron una pelea. Fue un enfrentamiento en el que además se produjo un disparo al aire con una pistola del calibre 22, marca Beretta, cuya propiedad fue atribuida a uno de los dos hermanos, S.P.I, a pesar de que este declaró que se la había sacado al vecino para desarmarle, algo que el agredido niega: "Mía no es".