Vecinos de la parroquia ponteareana de Angoares están hartos de sufrir roturas continuas en las tuberías del agua procedente de la traída municipal, debido a la elevada presión con la que son abastecidos en sus barrios, por encontrarse en las zonas más bajas de la parroquia. También han denunciado casos similares en parroquias como Fontenla o Moreira. Consecuentemente, varios ponteareanos han tenido que pagar consumos exagerados que aseguran no haber hecho y que atribuyen a fugas en roturas subterráneas que se producen por la excesiva presión y que no detectan hasta que se hacen notorias en superficie. Otros han ido subsanando las roturas ellos mismo, una y otra vez, pensando que eran problemas particulares y aislados y teniendo en cuenta que la ordenanza municipal existente establece que las averías que se producen dentro de la propiedad particular deben ser subsanadas por el usuario.

En una situación excepcional se encuentran en el barrio de Monte da Veiga, en Angoares, donde dos viviendas llevan un mes sin agua de la traída municipal. "La tubería se rompió en la vía pública, fuera de nuestras propiedades, así que no nos corresponde arreglarla a nosotros", señala José Pazo que, como su hija y vecina, lleva un mes con el agua de la traída cerrada, valiéndose de su pozo. "Yo pago todos los recibos y tengo derecho al servicio, no me pueden tener sin agua, diciéndonos que paguemos nosotros el arreglo de una avería que es en la carretera", explica Pazo.

Según indican, el despliegue de la tubería desde la traída general hasta su barrio Monte da Veiga la financiaron, en su día, los propios vecinos, aún en época del anterior alcalde José Castro; eso sí, con el acuerdo de que una vez colocados los correspondientes contadores de consumo, esta tubería pasaría a ser competencia de la empresa suministradora, actualmente Viaqua, que es quien los abastece y cobra el servicio. "A nosotros este mes el agua nos la van a cobrar igual, aunque sea el mínimo, habiéndola tenido cerrada por la avería", se queja Eva Pazo.

Limitadores sectoriales

Al igual que han hecho estos vecinos de Monte da Veiga, son muchos los que se vieron obligados a comprar un reductor de presión para reducir el número de roturas. Sin embargo, al comprobar que son más ponteareanos los que sufren sus mismos problemas, creen que es la empresa suministradora quien debe colocar limitadores sectoriales para regular la presión, en vez de que cada particular tenga que comprar uno propio y estar arreglando constantemente roturas en las tuberías. "Para que el agua llegue a las zonas altas no nos pueden tener a las zonas más bajas con una presión de 14 atmósferas", advierte Francisco Alonso, del barrio de Abelleira, que ha tenido que pagar dos recibos próximos a los 300 euros por las fugas subterráneas de agua que sufrió y tardó en detectar, cuando habitualmente pagaba 60 euros. "Pensaba que las roturas se debían a las heladas hasta que el fontanero me confirmó que estaban motivadas por la elevada presión. He pagado las facturas para que no me corten el agua pero ahora estoy reclamando en Consumo", dice Francisco Alonso.

El grupo municipal del BNG llevó a pleno ya en mayo esta problemática en la traída municipal y se acordó solucionar. Sin embargo, la presión sigue siendo excesiva en muchos puntos. "Varios vecinos ya han denunciado esta situación en el Concello, algunos hace ya cinco meses, pero Solla y el PP no hacen absolutamente nada", denuncia el portavoz del BNG, Xosé Represas.