La Xunta de Galicia repoblará con diversas especies piscícolas la zona del río Tea afectada la semana pasada por un vertido sosa cáustica, que mató alrededor de 8.000 veces, según confirmó ayer en el lugar de los hechos la conselleira Ethel Vázquez.

La responsable de Medio Ambiente de la Xunta, indicó que se mantendrán análisis periódicos "para garantizar la recuperación total de las especies que habitan en el río Tea, y que indiquen el momento propicio para realizar sueltas programadas de ejemplares con las que acelerar a repoblación natural de aquellas especies más afectadas". Añadió que estos futuros análisis determinarán su idoneidad.

La conselleira trasladó el contenido del informe de la Dirección Xeral de Conservación de la Naturaleza al alcalde de Mondariz, Julio Alén, que revela una situación de práctica recuperación ecológica", ya que los niveles de pH ya volvieron a la normalidad a principios de semana, por lo que el río podría recuperarse sin ningún tipo de medida. No obstante, desde la consellería dijo que se desarrollarán las acciones de recuperación y se mantendrá la veda en este tramo de casi 3 kilómetros hasta la temporada de pesca de 2015.

Durante la inspección a la zona del vertido, en la que la conselleira estuvo acompañada por el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín; el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y la directora general de Conservación de la Naturaleza, Verónica Tellado, también indicó que se le solicitó a la empresa que tome medidas preventivas para que este tipo de vertidos no se vuelvan a registrar y de las que deberá informar a la Dirección Xeral de Conservación.

Ethel Vázquez resumió que los análisis concluyen que el efecto del vertido sobre las aguas fue puntual con una afección cuantitativa que redujo el número de individuos. Explicó que el estudio de las comunidades de invertebrados, el método más ampliamente empleado para evaluar el estado ecológico de las aguas, y los índices calculados muestran valores en los que apenas se aprecia variación entre la zona afectada y los tramos no afectados.

"Por el contrario sí se detectó una disminución en las especies más sensibles, pero en ningún caso llegaron a desaparecer, y tampoco se detectó afección a la vegetación acuática de la zona. El mayor daño se produjo en las especies piscícolas, al registrara la muerte de numerosos ejemplares", dijo.