La ordenación urbanística de Baiona facilitará las tareas a los inspectores de la Xunta. Con un Plan Xeral de Ordenación Municipal en vigor y otros dos que regularon la construcción en las últimas décadas, cabe esperar que la edificación no resulte tan caótica como en otros puntos de la comunidad.

Hace aproximadamente un mes que el plan urbanístico de Baiona sirve de marco legal al Concello a la hora de otorgar licencias. La demanda por parte de los vecinos es escasa en la actualidad, según confirma la concejala de Urbanismo, Ana Simons. Su departamento suma tan solo cinco solicitudes de permisos de obra pendientes de resolución y ha otorgado unos cuarenta desde 2011, dos de ellos a edificios colectivos y el resto, a viviendas unifamiliares.

La baja actividad constructora de Baiona en los últimos tiempos se debe a dos factores: la crisis económica y la suspensión de la concesión de licencias durante los años 2008, 2009 y 2010 por la tramitación del plan.