Casi cuarenta años entre cielo y agua han sido suficientes para no desear volver a embarcarse en la vida. Así lo cree Francisco Blach Alonso, el marinero más longevo de Baiona, que recibirá el próximo día 13 un homenaje de la Cofradía de Pescadores "A Anunciada" en el puerto, durante la misa del Carmen. Cumple 87 años en octubre y lleva jubilado desde los 52, momento en el que decidió dedicarse a disfrutar y a contemplar las aguas de la villa real desde tierra. "Levei unha vida moi dura para sacar 6 fillos adiante. Eu digo que o mar é para os peixes", comenta junto a la lonja, a donde acude cada día para charlar con sus compañeros en activo.

Ahora prefiere cumplir con su ritual diario. Paseo matutino, siempre por la costa, eso sí, y visita al bar por la tarde. "Despois de comer vou tomar un café e un chupito de whisky que, como teño marcapasos, vaime moi ben", bromea.

Ayer pasó por alto la costumbre para recordar su trayectoria, predestinada a la pesca. Nació en una familia de 13 hermanos, todos marineros, igual que su padre. Con él inició sus primeras travesías, a los 8 años. Envolvíame na vela e durmía ata que viña un barco. Entón tiña que encender o foco", relata. Pasó la juventud enrolado en embarcaciones de Baiona y en 1966 comenzó su andadura en la altura. "Marchei no Almuiña para Marruecos , iamos á pescada, e despois estiven anos en Suráfrica, onde faciamos campañas de máis dun ano", explica. Su mujer, Angelita Rodríguez, tuvo que criar prácticamente sola a sus seis hijos, cinco varones, todos pescadores, y una mujer, con la que vive en la actualidad.