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VAL MIÑOR

Oia prevé conectar este mes su red pública de agua, dos años después de construirla

Solo quince vecinos han solicitado el enganche por el momento »El alcalde garantiza que evitará los molestos cortes del verano »Solo funcionará en A Riña y O Arrabal

La reciente instalación de tuberías en la bajada al monasterio, que surtirán a O Arrabal. // Marta G. Brea

La red municipal de abastecimiento de agua de Oia, la primera de su historia en pleno siglo XXI, comenzará a funcionar este mes. Así lo asegura el alcalde, Alejandro Rodríguez, quien prevé la conexión de las primeras viviendas a las tuberías en las próximas semanas, después de culminar las obras que dotarán del servicio básico al barrio de O Arrabal, en los aledaños del monasterio.

Hace ya dos años que la infraestructura está colocada en el barrio de A Riña, donde tan solo se surten de ella el colegio, la guardería y el campo de fútbol. Ahora le toca el turno a las viviendas, aunque hasta el momento han sido pocos los vecinos que han solicitado la conexión. Según informa el regidor, el Concello dispone de un total de quince peticiones formales. Rodríguez espera que los mil residentes de la parroquia de Santa María de Oia se lancen a reclamar el enganche "en cuanto comience a funcionar el servicio".

El suministro público de agua les ahorrará los molestos cortes del verano. Precisamente la zona urbana de Oia es la que más sufre las interrupciones en agosto y septiembre. Las traídas vecinales y los pozos no resultan suficientes cuando los manantiales se secan a consecuencia de la falta de lluvias. El depósito de A Riña, con 303.000 litros de capacidad, les ofrece un flujo de 30.000 litros por hora, un total de 760.000 al día. Cantidad "de sobra", según indica el alcalde, para garantizar el abastecimiento durante todo el año.

En cuanto se produzcan las primeras conexiones, el Concello deberá ocuparse del cobro de los recibos correspondientes. Habrá que elaborar una ordenanza para establecer las tasas y el funcionamiento de la prestación y plantearla para el debate en pleno cuando la red abastezca ya a un número considerable de usuarios.

La puesta en marcha de este servicio básico no solo mejorará la calidad de vida de los vecinos y la atención por parte de los negocios de hostelería, que se veían obligados a utilizar captaciones propias de agua. Permite además a la Administración local otorgar licencias urbanísticas que favorezcan, en la medida en que la crisis económica lo permita, el desarrollo económico del entorno. Entre ellas, la del proyecto de rehabilitación del monasterio, que el municipio espera desde hace cinco años y que continúa en fase de tramitación administrativa.

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