Cuatro horas de debate sin sacar nada en claro. Y por segunda vez en un mes. Tras un pleno cargado de tensión, la Corporación de Nigrán volvió a abordar ayer los presupuestos municipales sin alcanzar un consenso, como había ocurrido el pasado 29 de mayo. El municipio continuará al menos unas semanas más con las cuentas del año pasado prorrogadas. Las nuevas regresarán al salón de sesiones en una tercera convocatoria, tras aprobarse dos enmiendas formuladas por PSOE y Unión Centrista de Nigrán (UCN), que requieren informes técnicos sobre su viabilidad. Así lo acordaron todos los grupos de la oposición. BNG y el no adscrito Ignacio Vilas respaldaron las iniciativas del socialista Juan González y del centrista Antonio Fernández Comesaña y se impusieron con sus 9 votos a la minoría del gobierno del PP, con 8.

El concejal de Hacienda, Alberto García, abría el turno de palabra con su nueva propuesta de presupuestos, de 12,7 millones. Aseguraba que incorporaba las demandas de la oposición con el fin de lograr su apoyo. Los cambios consistían en reducir gastos en obras para aumentar los sociales y rebajar la previsión de ingresos en algunos impuestos. Se comprometía a vincular el remanente del pasado ejercicio a la traída de agua en Camos y a la compra de un terreno para construir un almacén municipal, así como a rebajar la carga impositiva para que en 2015 los vecinos tributen lo mismo que en 2011. Todo ello vinculado a la valoración de los técnicos municipales.

Precisamente esa condición que advertía García, llevó al PSOE a rechazar las nuevas cuentas. Su portavoz, Juan González, reiteró su "falta de confianza" en el gobierno municipal y manifestó su sospecha de que las modificaciones acabarían en "promesas incumplidas por prescripción técnica". Así que planteaba una enmienda para dejar en manos del pleno las decisiones e impedir así el poder de decisión del gobierno a la hora de modificar partidas.

El centrista Antonio Fernández sacaba también su as de la manga y mostraba su alternativa, que reduce los gastos corrientes y los gastos en 447.000 euros y plantea diversas inversiones con esa cantidad.

Pese a lo precipitado de su presentación, sin tiempo a disponer de los informes municipales necesarios, PSOE y UCN planteaban dejar de nuevo las cuentas sobre la mesa, así que obtuvieron el apoyo de BNG y Vilas.

El alcalde, Alberto Valverde, intervenía antes de la votación para suplicar a sus adversarios que "por favor" aprobasen ya un proyecto económico, fuese cual fuese. "Cualquier presupuesto es mejor para Nigrán que uno prorrogado", dijo. Pero su llamamiento cayó en saco roto y reprochó a Fernández y a González que se guardasen la baza sin contar con la valoración técnica precisa, después de haber callado en las comisiones, "por las que todos cobramos". A su juicio, la estrategia responde a una intención de "desgastar" al gobierno.