Los nuevos tiempos presentan una nueva versión de la inasequible angula del Miño: en lata.

La valiente apuesta de Miguel Giráldez, Manuel Fernández, ambos de Oia, y Alejandro Iglesias, de Tui, acaba de presentar su producto "estrella" , cocochas de bacalao con angulas del río Miño, enlatadas.

La presentación se realizó en el 18º Salón de Alimentación del Atlántico, Salimar, donde pudieron verse colocadas en vitrinas. Sólo aquellos sibaritas que frecuentan la alta cocina de restaurantes españoles, especialmente en el norte, conocen el sabor de esta combinación de productos.

El gusto de este preparado en lata es, por el momento, un misterio para el resto de los mortales. Los interesados en hacerlo deberán esperar a la distribución del producto que se realizará a mediados del mes de julio. La empresa de los tres socios es la que ha tenido la iniciativa.

Utiliza aceite gallego de oliva virgen de Olei (aceituna brava gallega) y ajo fresco morado con Indicación Geográfica Protegida de Las Pedroñeras. Cada lata de 240 gramos incluye unas 10-20 unidades de cocochas de bacalao con angulas del río Miño, suministradas por Viveros Benítez, de Goián. La empresa distribuirá unas 2.000 latas a 40 euros la unidad.

Como explican, el proceso se estudió paso a paso para obtener el resultado deseado. "El uso de la autoclave es lo que nos ha sido más difícil controlar, hasta dar con el punto exacto. Es el secreto del enlatado", cuentan.

Tienen unos 140 comercios en varios puntos de España que adquieren sus latas de pimientos del piquillo rellenos de chanquete salvaje, que tienen un gran éxito. Dos de ellos, uno de delicatessen, están en Tui. Ahora les presentarán la novedad.

Cuentan el gran esfuerzo que han invertido en llevar adelante su proyecto "a pelo", sin financiación de ningún tipo, ni ayudas. "Lo hemos hecho entre los tres" con el apoyo de familiares y amigos, relata . Dos de ellos están en paro y esperan poder vivir más adelante de esta actividad. El tercero trabaja en la banca. Ponen el cariño en lo que hacen, como el empaquetado final que se termina de rematar en Oia, con cariño.