La pobreza crece entre las familias de Tui y se necesita con urgencia leche en brick y cacao soluble para alimentar a las 353 personas de Tui y Tomiño que reciben ayuda de la asociación asistencial SOS Baixo Miño. Hasta el momento solo tienen capacidad para entregar tres cartones de leche por persona cada quince días, una cantidad que quieren aumentar pues se trata de un alimento de primera necesidad que no pueden almacenar a gran escala por su caducidad.
El portavoz del colectivo José Quinteiro, confirma que se detecta "mucha necesidad", especialmente en Tui donde desde noviembre de 2013 se han presentado un total de 93 familias solicitantes de ayuda, de las cuales se atiende a 45. Las restantes están pendientes de trámites. En Tomiño son 46 las familias receptoras.
Las unidades familiares mantienen el perfil de una mayoría de jóvenes sin ingresos, o con muy pocos, con hijos menores de edad a su cargo.
Ayer mismo, José Quinteiro tuvo conocimiento a través del alcalde de Tui de la existencia de una persona residente en una parroquia tudense que carece totalmente de recursos. La pensión concedida no la puede cobrar al estar retenida para saldar deudas. La vivienda donde habita es un lugar en muy malas condiciones. Quien desee colaborar puede ponerse en contacto con los Servizos Sociais de Tui, o con SOS Baixo Miño que tiene sede en el edificio de la antigua aduana de Tui o en el almacén situado en Tomiño,.
La actividad de SOS Baixo Miño se mantiene con reparto de alimentos dos veces al mes: dos sábados en Tui y dos viernes en Tomiño.
Prosigue el reparto de carne y de pescado congelado que se entrega quincenalmente junto con el lote de alimentos básicos de primera necesidad.
La labor de almacenaje ha requerido la ampliación de las instalaciones en Tomiño, donde aspiran a poder colocar una cámara frigorífica industrial para conservar los alimentos en condiciones, especialmente frutos como el kiwi.
Donación de la Diputación
En el día de ayer recibían la ayuda de la Diputación Provincial a través del alcalde de Tui y diputado Moisés Rodríguez, destinada a la compra de estanterías aptas para colocar en el interior de la futura cámara frigorífica. Ahora queda por conseguir el resto de la instalación.
Los cincuenta voluntarios colaboradores, que no son permanentes pues mientras unos dejan la actividad, otros nuevos se suman a ella, realizan un meticuloso almacenaje y control de los alimentos que reciben para donar, debidamente clasificados y ordenados en el almacén de Tomiño.
