No habrá más dimisiones en el gobierno municipal de Nigrán. Al menos por el momento. El teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Alberto García, no renunciará sus cargos como había amenazado en el pleno del jueves antes de abandonar el pleno en que la oposición impidió aprobar los presupuestos, como hizo el edil de Contratación, Antonio Souto, que tampoco se irá. Aquello fue un calentón que ayer justificó por "una decepción personal" con el PSOE, dado que "estaba convencido de que votarían a favor". Y tras una jornada de reflexión, el alcalde, Alberto Valverde, y su equipo al completo concluyen que lo mejor para el futuro de Nigrán es contar con un presupuesto, sea como sea. Por eso comparecieron ayer para anunciar que volverán a llevarlo a pleno en dos semanas e incluso abren la puerta a apoyar unas cuentas alternativas, siempre que mantengan el equilibrio. Así, instan a la oposición a presentarlas y a dejar atrás la "irresponsabilidad".

El regidor convocará una sesión extraordinaria en 15 días. Antes, él y García se reunirán con diversos colectivos para explicarles el contenido de los presupuestos y las consecuencias de que quede de nuevo en el cajón.

García advierte de la gravedad de la situación en caso de que no se aprueben. "Los 800.000 euros que utilizamos para amortizar deuda desaparecerían en un presupuesto prorrogado, lo que incapacitaría al Concello para abonar facturas y gastos, como la revisión de precios de la recogida de la basura o del saneamiento o el pago a proveedores", argumenta.

"Lo más triste", recalca el edil, es que "pasaríamos necesidades teniendo dinero". El Concello dispone de 2 millones de euros de remanente a los que no podrían acudir con las cuentas prorrogadas. Las inversiones quedarían también canceladas.

La pelota está ahora en el tejado de la oposición, especialmente en la del PSOE que, según insiste García, logró que se incluyesen todas sus propuestas de incremento del gasto en educación, servicios sociales y empleo. Quedó fuera la construcción de la nave almacén, pero "tenían mi compromiso de que se destinaría después parte del remanente a esa cuestión". Los socialistas argumentaron su rechazo a las cuentas por la falta de diálogo del alcalde, al que acusaron de contestar a sus iniciativas con notas de prensa incendiarias. García no comparte esa actitud por parte del regidor. "Mi nombre no aparece en ninguna de esas notas", recuerda. Pero también recrimina al PSOE que "no haya pesado más el bien común que la contienda política en su decisión a la hora de votar".