Rodeado de maquinaria y bajo un manto de ramas negras. Así se encontraba ayer el yacimiento de Carboeira, donde una empresa realiza desde hace unos días la tala y recogida de la madera que se quemó en el grave incendio del último verano.

"Temo que vayan a destrozarlo", apuntó Xabi Garrido, que ha solicitado a la Xunta la paralización de los trabajos "mientras no se determine el valor" del hallazgo. "Avisé hace diez días y de momento aún no contestaron", aseguró.

Por su parte, el concejal de Turismo de Oia, Albino Diego, entusiasmado con la idea de que el yacimiento pueda sumarse al ya amplio patrimonio arqueológico del municipio, explicó ayer que también mediará para que la maquinaria "no pase por encima de los restos", con el fin de protegerlos de una agresión que podría resultar "irreparable".