La oposición mostrada por la Asociación de Vecinos de Cesantes a la construcción de un mirador en la playa de A Punta obligó al Concello a paralizar las obras, una actuación financiada por la delegación provincial de Costas destinada a paliar los daños por los temporales del pasado invierno.

El presidente del colectivo vecinal, José Antonio Sánchez, asegura que los trabajos fueron suspendidos después de que trasladase a los responsables municipales el rechazo de los residentes de la zona a esta actuación, puesto que consideraban que causaría un gran perjuicio al arenal. "El mirador previsto no respetaba la línea de la costa, se adentraba unos cinco metros, causando una división en la playa", explica Sánchez. Otra de las críticas es el lugar elegido para este relleno de piedra, puesto que se encuentra en las inmediaciones de la capilla de la Vírgen del Carmen. "Es una de las zonas de la playa donde más trabaja el mar y donde se regenera la arena, por lo que el muro en este punto sería un obstáculo que tendría consecuencias negativas para la playa", señala el presidente del colectivo vecinal.

La directiva de la asociación de vecinos mantuvo hace unos días un encuentro en la playa de Cesantes con el alcalde, Javier Bas, para recorrer la zona y explicarle personalmente las razones por las que se oponían a las obras. A la reunión también asistieron representantes de los distintos partidos de la oposición (PSOE, BNG y AER), convocados por el colectivo vecinal.

El grupo socialista también criticó este pequeño relleno que se pretendía realizar en la playa por el perjuicio que causaría "ya que se puede comprobar cómo es uno de los lugares en los que la arena gana terreno a la tierra firme", argumentan. Además consideran que se trata de unas obras "con fines propagandísticos", por lo que demandan que los fondos para reparar los daños provocados por el mal tiempo "sean destinados a esta finalidad", puntualizan.

La actuación también contempla la retirada de las jardineras que se construyeron durante el pasado gobierno bipartito en las inmediaciones del hostal Antolín, que se encontraban en mal estado de conservación, que se sustituirán por un muro de piedra para proteger el camino de acceso a las fincas del litoral.

En otros puntos de la playa también se están levantando muros de piedra para evitar que el oleaje afecte al vial situado junto a la playa.