El alcalde de A guarda, José Manuel Domínguez, y el presidente de la Cámara Municipal de Caminha, Miguel Alves, se han aliado para salvar el ferry, un servicio que se encuentra al borde de la desaparición. Esta mañana, en una rueda de prensa conjunta, anunciaron que pedirán una entrevista con responsables de los gobiernos de España y Portugal para solicitar la financiación del dragado del cauce fluvial.

La misiva, que remitirán la semana que viene, estará dirigida a los ministerios españoles de Fomento y Medio Ambiente y al portugués de Medio Ambiente. El objetivo, explicaron, es relatar en primera persona la situación de este medio de transporte cuya solución, que pasa necesariamente por ese dragado, es inasumible para las arcas municipales.

Pese a que ninguno de ellos puso fecha a la desaparición del servicio, las cifras evidencian el fuerte declive en el número de usuarios (unos 50.000), que ha descendido en un 50% en los últimos dos años, dejando una facturación irrisoria. Así, en el pasado mes de diciembre, el de mayor tráfico por el intercambio comercial, apenas se recaudaron en la taquilla de A Guarda 1.700 euros en billetes. Y es que en este momento el ferry únicamente puede navegar cuando hay pleamar, lo que provoca incertidumbre en los usuarios, tal y como reflejan las numerosas llamadas que reciben ambos concellos en este sentido.

Ambos representantes entienden que al tratarse de un río internacional, ambos gobiernos deben compartir los gastos -la última actuación la sufragó el Gobierno de España-. En todo caso, tanto Caminha como A Guarda tienen previsto convocar a las fuerzas vivas para organizar unas mesas de debate para buscar el respaldo social a la continuidad del ferry.