El Concello de Gondomar mantendrá este año el cobro irregular del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), pese a haber aprobado la Corporación por unanimidad el pasado octubre su adaptación a la situación urbanística actual. Cientos de fincas consideradas urbanas en el Plan Xeral de Ordenación Municipal de 1997 habrían regresado al estadio de rústicas tras su quedar anulado el documento en 2005. El acuerdo plenario establecía precisamente hace seis meses esta actualización, según las normas subsidiarias de 1991 que rigen en el municipio. Pero continuarán bajo la misma calificación en 2014 y, por lo tanto, tributarán como hasta ahora. La adaptación oficial entrará en vigor en 2015. Y para ello, la Subgerencia del Catastro de Vigo pondrá en marcha en los próximos meses una revisión de oficio que las llevará a su valor inicial.

La concejala de Facenda gondomareña, Natalia Salgueiro, confirmó ayer la decisión del gobierno municipal de instar al organismo del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas a repasar todas las parcelas que se encuentran fuera de la delimitación de suelo urbano. Esta operación se llevará a cabo a lo largo de 2014, de manera que sus titulares se darán de baja del padrón del IBI ya de cara a 2015.

Esta opción era una de las que ofrecía la delegación del Catastro en Vigo tras plantearle el Concello el acuerdo plenario de octubre, en el que todos los grupos apoyaron la revisión para dejar de cobrar a los vecinos por las propiedades que en la actualidad carecen de valor urbanístico.

La otra alternativa propuesta por el organismo estatal era la elaboración de una nueva ponencia de valores de carácter general Pero fue rechazada por el gobierno gondomareño, dado que su desarrollo quedaría postergado a 2015 y su entrada en vigor a efectos del cobro del IBI, a 2016. Salgueiro explica que esta operación podía "coincidir con la aprobación del Plan Xeral de Gondomar, un documento que ya incluiría las calificaciones actualizadas de los terrenos".

2,2 millones al año

Se desconoce cuántos propietarios y parcelas se verán beneficiadas de esta operación y qué cantidad dejará de ingresar por el IBI el Ayuntamiento. Los datos saldrán a la luz en cuanto el Catastro elabore el trabajo. El Concello percibió 2,2 millones de euros el año pasado por este impuesto y concejales de la oposición como el no adscrito Eladio Costas se aventuraban a cifrar el golpe a las arcas municipales en un millón de euros.