Dos décadas después de que matasen a la pareja de cigüeñas que cada año anidaba en la chimenea de una fábrica de As Gándaras de Budiño, en Porriño, esta ave no volvió a asentarse en el municipio. A pesar de que el mes de febrero comience el periodo migratorio para estas aves, desde la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta aseguran que hasta el momento no se han observado ejemplares de cigüeña blanca en Porriño.

Hace trece años, el Concello elaboró un plan, fallido, para reintroducir esta ave. La Xunta llegó a disponer zonas para que estas aves pudiesen fabricar sus nidos, sin ningún tipo de resultado.

Este animal suele anidar en lo alto de los edificios. Se asienta habitualmente en lugares pantanosos y en tierras cultivadas. Desde la Consellería indican que el hecho de que cada vez se trabajen menos las tierras en el municipio ha causado que la cigüeña blanca se decante por otras zonas; lo que explica, por ejemplo, la profusión de ejemplares en A Limia, comarca en la que el cultivo de patatas es importante.

La última vez que se avistaron cigüeñas en As Gándaras fue en el año 2007, sin que llegasen a anidar.

En As Gándaras se pueden observar diferentes aves acuáticas, en especial las anátidas. Es habitual la presencia de cercetas comunes o garzas pequeñas.

En los últimos años, el Ministerio de Medio Ambiente ha trabajado en regenerar la zona de As Gándaras, contaminada por la actividad industrial.